Las empresas que crean empleo lo hacen gracias a la exportación

R.L. / Miranda
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Firmas como Alucoil, Talgo, Gamesa o Aciturri, que suman más de 1.100 trabajadores directos y muchos otros indirectos, venden en el exterior gran parte de su producción

Tras varios años de malas noticias laborales, en este mes de abril se atisba, al fin, un rayo de esperanza. Los ERE y despidos que han dejado muy tocada a Miranda han dado paso, en apenas un puñado de días, a informaciones mucho más halagüeñas. Alucoil finalmente ampliará su fábrica en el polígono de Bayas creando 50 empleos directos y otros 150 indirectos; Stinser crecerá de 35 a 50 trabajadores; Gamesa, en ERE, recibe una importante carga de trabajo que asegura trabajo durante dos años y Talgo, de la vecina Rivabellosa, sigue realizando contrataciones para atender los importantes pedidos que tiene en cartera, como el AVE entre La Meca y Medina y otro contrato de 78 vagones que acaba de firmar también con Arabia Saudí. A todo esto se suma Montefibre y el reciente acuerdo alcanzado entre el inversor, Praedium, y Endesa, que allana el camino hacia la reapertura de la fábrica tras dos años de parada. Se calcula que para volver a arrancar se necesitarán más de un centenar de trabajadores. 
Si bien es cierto que estas noticias son positivas, no cabe lanzar las campañas al vuelo. Así lo ven, al menos desde el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio e Industria. «Las perspectivas son buenas pero hay que tomárselo con cautela. Esto no resuelve el problema de Miranda, pero es una ayuda destacable», destaca Miguel Ángel Adrián, concejal de Promoción Industrial. En la misma línea, el presidente de la Cámara mirandesa, Fernando Escobillas, estima que «por fin se ve algo de luz» y se confía en que esta tónica continúe.
 
La clave del éxito.
A diferencia de otras factorías que trabajan en la comarca, la mayoría de las empresas que encabezan esta información ha sabido superar los envites de la crisis y se encuentra ahora en un momento de pleno de expansión. ¿El secreto? El buen trabajo realizado durante años, cierto prestigio y volcar su producción al mercado exterior. Esa es la clave, por ejemplo, del crecimiento de Alucoil -que exporta el 80% de su producción-, Gamesa -vende al extranjero el 100% de sus palas eólicas- Talgo, o Aciturri, otra de las locomotoras del empleo en la ciudad. «En los últimos tres años varias empresas han vivido de la posibilidad de la exportación y, en definitiva, del saber hacer y de la tecnología de nuestras empresas», recalca Miguel Ángel Adrián, subrayando que la reducción del precio del euro con relación al dólar y el descenso de precios de los derivados del petróleo han contribuido a que las empresas nacionales sean más competitivas. 
Habrá que esperar a la puesta en marcha de Montefibre para comprobar cómo se aclimata de nuevo el fabricante de fibra acrílica al mercado exterior, adonde derivaba más del 80% de sus pedidos (hace unos años exportaba al Magreb, China y países europeos como Inglaterra). Praedium, el inversor interesado en hacerse con el mando de la empresa ya ha mantenido contactos con clientes (viajó incluso a Turquía hace unas semanas) interesados en comprar acrilo a la fábrica mirandesa, pero es necesario volver a poner en marcha las máquinas, crear muestras y obtener un producto de calidad, como el que se obtenía hasta la primavera de 2013. En opinión del presidente de la Cámara de Comercio, a Montefibre y a su marca Leacril, «le va a costar hacerse con clientes, volver al mercado, puesto que ha estado dos años sin suministrarles». A su favor tiene que se trata de «una marca de prestigio». 
Lo importante, sin embargo, es que estos proyectos que tienen entre manos las empresas mirandesas se afiancen. Son, en definitiva, una fuente de empleo, tanto directo -suman más de 1.100 empleados sin contar Montefibre- como indirecto. «El 90% de las empresas grandes crean mucho empleo indirecto», afirman desde la Cámara de Comercio, y es que éstas precisan la colaboración de pymes que «al mejor precio, con calidad y con responsabilidad, saquen el trabajo adelante». 
Desde Comisiones Obreras, su secretario, Paco González, no duda de los proyectos que tienen entre manos estas empresas son positivos para la ciudad, pero lamenta que «no haya un gran proyecto sobre la mesa para tirar de Miranda y desarrollar el polígono de Ircio». Por ello, da un «tirón de orejas» a las administraciones, a las que insta a que trabajen para traer inversiones a Miranda. «Estos proyectos no son malas noticias. Cualquier cosa es bienvenida pero esto no es ni para vanagloriarse ni para estar contentos», afirma. Todavía hay mucho trabajo por hacer: más de 3.700 mirandeses están en las listas del paro.   
 
«2 ó 3» empresas con planes de expansión
La ampliación de Alucoil, que ya está tramitando la licencia ambiental para comenzar cuanto antes su actividad en la nave de la antigua Hiansa, es el primero de los proyectos que ha conseguido cuajar de los que, desde hace meses, se conocen en el Ayuntamiento. Y no es el único. Al menos hay otros «dos o tres» proyectos en cartera de firmas instaladas en la comarca que están interesadas en consolidar y ampliar sus procesos productivos. «Hay perspectivas halagüeñas, pero nos piden cautela y hay que respetarlo», explica el concejal de Promoción Industrial, Miguel Ángel Adrián.
Cualquier proyecto que suponga creación de empleo será bienvenido, si bien todas las miradas están puestas en el polígono de Ircio, con un vial de acceso terminado desde finales de año pero sin nuevos inquilinos interesados en invertir en una de las joyas de ADE Parques Tecnológicos, empresa dependiente de la Junta de Castilla y León. Ante esto, Adrián considera «prioritario» que ADE realice una fuerte campaña de promoción del polígono, tal y como se comprometió meses atrás. «Se nos dijo que se iba a esperar  a la apertura del vial; lo vi razonable, pero hasta la fecha no se ha plasmado en nada. Tenemos una infraestructura ahí parada y hay que moverla, hay que ponerse en marcha», lamenta. 
Fue el pasado mes de junio cuando ADE Parques dio a conocer los nuevos precios de los 2 millones de metros cuadrados de suelo que cuenta el polígono. De 80 se bajó a 63,37 euros por metro cuadrado, ofreciéndose los 100.000 primeros metros con un descuento del 15%. Precios más bajos  pero que todavía no son suficientemente atractivos para los empresarios. Así lo considera incluso el presidente de la Cámara de Comercio, quien estima que otros polígonos cercanos «son más baratos». «Creo que se deben mejorar aún más esas condiciones, tanto el costo de los terrenos como los plazos para pagar, que deberían ser más amplios».