La apertura al turismo de Cueva Palomera, una de las demandas más antiguas del Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva y de todo el entorno del espacio natural de Ojo Guareña, está cada vez más cerca. Esta semana, la Fundación del Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León ha adjudicado a la firma espinosiega Excavaciones Mikel los trabajos de acondicionamiento de esta cavidad que la dejarán lista para la visita turística. De forma simultánea, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trabajará en la instalación de un sistema de control ambiental de la cueva para el posterior seguimiento y evaluación de las posibles alteraciones ambientales que produzcan las visitas turísticas. Estos últimos trabajos forman parte del convenio ya suscrito entre la Fundación y el CSIC por un periodo de 18 meses.
Los trabajos en la cueva tendrán un coste de 54.919 euros, un 25% menos del presupuesto de licitación, mientras que la tarea científica del CSIC costará otros 39.026 euros. La actuación en Palomera hará posible la apertura de esta cavidad con dos recorridos, uno corto de 1.432 metros entre ida y vuelta, que incluirá la cueva y rampa de Palomera, la Sala Edelweiss, la Galería Principal y la Sima Dolencias, y otro más largo, de 2.492 metros, que integrará además la Galería del Teléfono, la Sala Cacique y el Museo de Cera.
Los trabajos previstos serán «los imprescindibles para asegurar la conservación de los valores naturales y culturales de la cueva, o incluso su mejora, así como para garantizar la seguridad de los visitantes», tal y como reza el proyecto. De ahí que no se prevea, por ejemplo, la iluminación interior de la cueva y serán los visitantes quienes vayan equipados con sus propios equipos de iluminación individual y de protección, que se les facilitarán en la Casa del Parque de Ojo Guareña, punto de partida de las visitas guiadas.
Los trabajos tienen un plazo de ejecución de cinco meses, pero se prevé que puedan estar concluidos en agosto y así adelantar en lo posible la apertura de Cueva Palomera. Cuando llegue ese momento, el muro que ahora tapa su entrada habrá sido sustituido por un cerramiento metálico y se habrá habilitado una escalera compuesta por vigas metálicas para acceder al interior. Se colocarán también pasamanos en algunos puntos, cierres ligeros para evitar el acceso a galerías no visitables o delimitaciones de pequeños lagos de interés biológico.
En el ámbito científico, el CSIC tratará de determinar la dinámica natural del sistema kárstico en condiciones naturales y, a su vez, distinguir y definir los procesos o cambios microambientales que se produzcan tras la entrada de personas. Con esa finalidad medirá, entre otras muchas variables, las variaciones térmicas, de humedad y de CO2 tanto en el aire interior de la cueva como en el exterior.