La junta vecinal de Cornejo quiere renunciar a parte de sus montes

A.C. / Cornejo
-

Decenas de vecinos y propietarios quieren que los terrenos sigan en manos del pueblo y no pasen a ser gestionados por una asociación privada que los reclama en el Catastro

Cornejo de Sotoscueva es una de las principales localidades de la Merindad de Sotoscueva. - Foto: A.C.

Al contrario de lo que sucede en la mayoría de los pueblos, que defienden lo suyo a capa y espada, la junta vecinal de Cornejo de Sotoscueva, que preside Eugenio Sáinz Fernández, quiere renunciar a parcelas del monte que en el Catastro constan a nombre de esta entidad local menor y así lo ha solicitado en numerosas ocasiones a la Gerencia Territorial del Catastro. Mientras, la Asociación Vecinal de Montes de Cornejo, una entidad privada, solicitó el pasado 16 de octubre que se inscriban a su nombre  los bienes a los que la junta vecinal quiere renunciar así como los que constan a nombre de la Sociedad Vecinal de Cornejo creada en el año 1881 por 61 vecinos que compraron el vuelo del monte tras la Desamortización de Mendizábal.

Quienes discrepan con esta operación, a la que la Gerencia Territorial del Catastro se ha opuesto, ponen el acento en que quien preside la nueva Asociación Vecinal de Montes, Juan Carlos Izaguirre, es secretario de la junta administrativa y también adjudicatario del coto de caza de la localidad, ahora en situación de suspensión cautelar por no contar con terrenos suficientes.

El litigio comenzó en 2009 y  sus protagonistas aseguran que lo llevarán hasta el final, incluido el terreno judicial. De momento, nada va a cambiar, porque la Gerencia Territorial del Catastro de Burgos ha dictaminado que «no procede» la alteración de la descrip- ción catastral de siete parcelas de los montes del pueblo y que, en todo caso, debe dirimirse ante los tribunales de la jurisdicción civil ante «la posible existencia de un conflicto sobre la titularidad dominial de los inmuebles». La Asociación Vecinal de Montes que preside Izaguirre ya ha presentado un recurso de reposición a este acuerdo del Catastro y está a la espera de contestación.

Todo se remonta a la decisión tomada por 61 vecinos de Cornejo en 1881 tras la Desamortización de Mendizábal. Para no perder sus derechos  de suertes de leña o de pastos sobre el monte, Domingo Novales compró el monte y al día siguiente le vendió a estos 61 vecinos del pueblo, posiblemente los más pudientes, los derechos sobre el vuelo del monte. Aquellos compradores formaron la Sociedad Vecinal de Cornejo, que con el paso de los años ha ido diluyéndose, al haber centenares de herederos de aquellos propietarios.

Juan Carlos Izaguirre, presidente de la nueva Asociación Vecinal de Montes de Cornejo, que asegura que ha creado «a instancias del Catastro», defiende que este colectivo «está abierto a todos los descendientes de los legítimos propietarios que aparecen en la escritura original». Pero según ha podido saber DB, la mayoría de ellos no se quiere sumar a la nueva asociación que quiere conseguir la inscripción catastral de los terrenos y prefieren que sigan constando en el Catastro a nombre de la antigua Sociedad Vecinal de Cornejo o de la junta vecinal.

El pasado mes de agosto, varias decenas de propietarios de viviendas de Cornejo presentaron ante el Catastro un escrito en el que solicitaban que «la titularidad de los montes que en la actualidad están a nombre de la Junta Vecinal de Cornejo o de la Sociedad de Vecinos de Cornejo (creada en 1881) permanezcan como tales para apoyo de la vida de los vecinos como lo habían sido desde la antigüedad».

Al contrario, Izaguirre postula que la gestión del monte ha de estar en manos de los «descendientes de sus legítimos propietarios», entre ellos su esposa, y para ello ha aportado escritura pública del año 1881 y el inventario de bienes de la junta vecinal de 1956, donde no aparecen las parcelas de monte en litigio. «Me opongo -añade- a que las suertes de leña las gestione la junta vecinal y las disfruten nuevos propietarios de casas del pueblo no descendientes de los legítimos propietarios del monte».

Coto en suspenso

Sin embargo, muchos vecinos y propietarios de fincas creen que Izaguirre tiene otros intereses más allá de la gestión de las suertes de leña y que podrían estar vinculados con la caza. El pasado mes de septiembre la junta vecinal de Cornejo trató de renovar los recursos cinegéticos del monte del pueblo, que cuenta con un coto de 1.023 hectáreas. Publicó en el Boletín Oficial de la Provincia un listado de 143 propietarios, treinta de ellos fallecidos, de los que decía que por desconocido o por ignorar su paradero no había podido solicitarles si se oponían o consentían que sus fincas siguieran en el coto del pueblo. Muchos, quienes aseguran que la junta vecinal era conocedora de su domicilio, han retirado sus propiedades del coto y ahora está en situación de «suspensión cautelar» por este motivo. Las parcelas a las que quiere renunciar la junta vecinal resolverían este problema, señalan los vecinos conocedores del conflicto.

Mientras, en los tribunales se dirime también una demanda contra el alcalde de Cornejo por la adjudicación del coto a Juan Carlos Izaguirre.