No había ni amanecido y más de una decena de camiones estaban aguardando pacientemente su turno para entrar en las instalaciones de la azucarera. La espera y las colas, que se alargan durante horas en una explanada cercana a la fábrica, se sucedieron durante toda la jornada, y así ocurrirá a diario durante las próximas 89 jornadas, aunque quien marca verdaderamente la duración de cada campaña es la climatología. El año pasado, por ejemplo, se pudo cerrar la temporada de molturación sin contratiempos, pero en 2012 la azucarera tuvo que parar entre febrero y abril por intensas lluvias y después molturó hasta bien entrado mayo al estar los campos anegados.
Se confía en que este año no haya sobresaltos y se recepcionen en el plazo previsto 460.000 toneladas líquidas de remolacha, un 16% más que en la campaña anterior. La siembra afecta en total a 4.950 hectáreas, por lo que la rentabilidad podría llegar a unas 100 toneladas por hectárea de terreno. En este aumento de la producción han influido varios factores, como el incremento de la superficie en Palencia (que pasa de 1.873 a 2.192 hectáreas) y Navarra (con 300 hectáreas), y que las siembras se pudieron realizar con normalidad la pasada primavera, a diferencia de la campaña anterior, en la que las lluvias provocaron importantes retrasos. El verano ha sido bueno para el cultivo, sin un calor excesivo, y eso también ha favorecido su correcto desarrollo.
La azucarera mirandesa se abastecerá principalmente de la remolacha de las provincias de Álava y La Rioja. De campos alaveses llegarán 188.000 toneladas de raíz y otros 136.000 vendrán de La Rioja. Burgos aporta bastante menos, un 18% del total -85.000 toneladas-, una cifra que ha ido cayendo en los últimos años a medida que los agricultores han abandonado el cultivo por su escasa rentabilidad. En Miranda apenas sobrevive una veintena. En cuanto al resto de zonas, Palencia entregará 21.000 toneladas, Navarra 26.000 y Soria 4.000, una cantidad casi insignificante y que viene motivada por la poca competitividad del cultivo al estar la fábrica muy alejada físicamente, lo que provoca un aumento de los costes de transporte. Lo que sí notarán este año todos los productores de remolacha es un incremento de los precios, garantizándose como mínimo el pago de 40 euros por tonelada.
Fuente de empleo
Durante los meses de campaña, la plantilla de la azucarera -compuesta por un centenar de empleados- se refuerza con otros cien trabajadores, casi todos fijos-discontinuos que resultan imprescindibles para asumir parte de la carga laboral. La mayoría se incorporó la semana pasada y trabajará durante unos 105 días, hasta que acabe la campaña de molturación y se elabore también el jarabe.