Tras recibir el portazo de la CUP horas después de proclamar que habían llegado a un acuerdo -los de Fernández se retiraron ayer del proceso y optaron por «la fuerza de la calle» frente a la «endogamia» de los partidos-, la Generalitat intenta por todos los medios echarse en los brazos de su socio en la sombra, ERC, cuya relación está prácticamente rota. Así, ayer se supo que el president, Artur Mas, está dispuesto a reunirse con Oriol Junqueras para abordar la hoja de ruta soberanista, después de que el republicano se lo pidiera claramente:será «generoso» si le recibe. Yes que desde el pasado domingo no hablan salvo por mensajes al móvil. «Mi confianza hacia él ha disminuido, pero quiero recuperarla».
Así lo explicó en rueda de prensa el portavoz del Govern, Francesc Homs, que aseguró que el Ejecutivo regional tiene total «disponibilidad para recomponer la unidad» entre CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP de cara al nuevo 9-N.
El convergente también reveló que la vicepresidenta, Joana Ortega, informará hoy de que «el operativo va avanzando». Según él, hay un gran consenso político y social sobre esta cita, y prueba de ello es que ya hay 28.456 personas se han registrado para participar como voluntarios en esta jornada. Este dato evidencia que el proceso va «a toda máquina» y que la gente tiene ganas de votar, participar e implicarse, y según dijo, la magnitud de estas cifras deben dar motivos a los partidos para recuperar el consenso truncado la semana pasada, ante los cambios en el referéndum.
En cuanto al adelanto electoral que solicitan ERC, ICV-EUiA, ANC y Òmnium Cultural, que podría ser el 25 de enero, aunque CiU asegura que no se fijará la fecha antes de la consulta , Francesc Homs recalcó que en ningún momento se ha deliberado al respecto en la reunión del Govern. Yes que esto supondría la catástrofe para los convergentes. «La prioridad absoluta es el 9-N». Tampoco quiso posicionarse sobre una eventual candidatura conjunta de CDC y ERC en unos comicios anticipados: «No me toca».
durán i lleida. Esa posibilidad cada vez va perdiendo más fuerza, sobre todo tras las veladas amenazas del socio más fiel de Mas, José Antonio Durán i Lleida, líder de Unió, que negó rotundamente que CiU se haya roto, invitando al diálogo: «Convergencia dice que solo quiere hacer una lista única con Esquerra. Hablemos. Incluso si nuevas generaciones de CDC quieren sustituir la coalición con Unió por otra con ERC, hablemos también».
Desde algunos medios de comunicación se afirma que los contactos entre el jefe de UDC y el del PSC, Miquel Iceta, se suceden, si bien el Govern no lo ve claro, aunque agradeció el gesto de éste -que intentó en verano que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se viese con Mas- de abrir la puerta de sus ayuntamientos a la polémica y descafeinada consulta.