Carrera contrarreloj para rescatar a Julen

SPC
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Un centenar de efectivos busca al niño de dos años que se cayó en un pozo en Málaga a través de tres posibles opciones: seguir extrayendo tierra, hacer una segunda perforación más amplia y realizar una excavación a cielo abierto

Carrera contrarreloj para rescatar a Julen - Foto: EFE/Daniel Pérez

Un centenar de efectivos de la Guardia Civil, Emergencias 112, Protección Civil y Bomberos tratan de rescatar a Julen, el niño de dos años que se cayó accidentalmente el pasado domingo a un pozo de más de 100 metros de profundidad y tan solo 25 centímetros de diámetro en la localidad malagueña de Totalán. La operación de rescate es muy compleja ya que se trata de un orificio estrechísimo de prospección para buscar agua. Se desconoce en qué estado se encuentra el pequeño.

El operativo que trabaja en el rescate del menor pondrá en marcha nuevas medidas o sistemas técnicos para localizar y recuperar al niño. 

Así lo informó ayer el portavoz de la Guardia Civil en Málaga, Bernardo Moltó, quien insistió en que en estos momentos todo está centrado en «la búsqueda, localización y rescate del niño» y en que no pararán «hasta el momento en que lo localicemos y rescatemos». 

También indicó que las opciones en las que van a trabajar son seguir extrayendo la tierra pero por medio de un sistema más especializado, para lo que se utilizarán vehículos; hacer un segundo pozo paralelo, para lo que antes hay que entubar el primero «para protegerlo»; y probar a hacer una excavación a cielo abierto desde el lateral de la montaña. 

Así, apuntó que durante la pasado noche del domingo ya habían estado perforando un tapón de tierra que existe a 73 metros de profundidad y se logró abrir unos 30 centímetros hacia abajo, pero sin que haya dado resultados en cuanto a localización del pequeño. Sí se encontró una bolsa de chucherías y un vaso de plástico. 

 El portavoz de la Benemérita señaló que las tres nuevas opciones comenzarán a ponerse en práctica «conforme vayan llegando los medios» y agradeció la colaboración que están recibiendo tanto con ideas como con materiales por parte de empresas tecnológicas, robóticas y de otros sectores de toda España y particulares. 

Reconoció que es «muy difícil» trabajar en un espacio tan pequeño y que no se sabe con exactitud  «a qué altura está el niño», apuntando que a 73 metros, que es a la profundidad a la que se ha llegado, «una cámara térmica no tiene capacidad de trabajar porque no sabemos el tapón la profundidad que tiene» y se desconoce «lo que hay al final del pozo». 

tragedia familiar. No es la primera ocasión que la tragedia golpea a la familia del niño que se precipitó el pasado domingo a un pozo en Totalán. En 2017, los padres de Julen, José y Victoria, perdieron a un hijo de tan solo tres años de muerte súbita.