La falta de higiene, medicinas y comida cierra un hogar de ancianos

Angélica González / Burgos
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La Junta clausura el geriátrico Marqués de Berlanga. Los inspectores advirtieron fallos en la limpieza y que no había alimentos ni fármacos necesarios para dar una buena atención

Esta es la entrada de la residencia clausurada. - Foto: DB/Luis López Araico

La Junta de Castilla y León ha clausurado la residencia de ancianos Marqués de Berlanga, situada en la calle del mismo nombre. El pasado lunes a mediodía salieron los dos últimos usuarios después de que los inspectores de la Gerencia de Servicios Sociales comprobaran que había una importante falta de higiene y, sobre todo, de alimentos y de medicinas. Según informaron  fuentes oficiales, el pasado viernes se encontraron con que los mayores no estaban tomando puntualmente sus fármacos debido a que la enfermera encargada de prepararlos estaba de vacaciones y solo había previsto las dosis para los dos días posteriores a su marcha. Nadie se había ocupado del resto del tiempo.

Tampoco existía un menú debidamente conformado por un médico y adecuado a las circunstancias de cada uno de los residentes y la adquisición de alimentos era «muy precaria y sin previsiones sobre las necesidades de los residentes». Marqués de Berlanga había recibido ya una inspección anterior en la que se le advirtió que tenía que cambiar algunos elementos notoriamente deteriorados como los colchones. Cuando acudieron el pasado jueves comprobaron que esta medida se había tomado a medias.

Todas estas circunstancias hicieron que la Administración decretara su cierre y buscara una nueva ubicación para los 27 ancianos con diferentes grados de discapacidad que allí vivían (a pesar de que tenía una capacidad para 43 personas). 13 residencias de Burgos capital y del alfoz los han acogido y, según indicó el gerente de Servicios Sociales, Ignacio Díez Azcárraga -quien agradeció la colaboración de las familias de los ancianos- todos se están adaptando bien y se encuentran en buenas condiciones, según comprobaron los profesionales de la Gerencia personalmente ayer.

A partir de ahora, si se pretende poner en marcha de nuevo las instalaciones no bastará con corregir los errores que se habían cometido hasta ahora sino que tendrá que volver a acreditarse como si fuera de nueva apertura. Marqués de Berlanga data de 1997 y la normativa con respecto a las residencias de ancianos, que es la que tiene que incorporar, ha cambiado desde entonces.