'¡Atención, comerciantes, atención! Amplíe su negocio con una sucursal en los más bonitos locales, totalmente instalados, en el barrio más populoso y de porvenir de Burgos. Galerías La Inmaculada (Gamonal)'. El pasado 20 de agosto de 1970, este anuncio de la Agencia Palencia informaba en las páginas de Diario de Burgos de la próxima apertura de un amplio espacio comercial en la barriada Inmaculada con 28 locales dispuestos para albergar casi cualquier tipo de negocio. Hoy, 48 años después de su inauguración, tan solo resisten tres: la carnicería de César, la mercería de Liboria y la frutería de María Teresa, que se jubila a final de año. 
Son los últimos de La Inmaculada, los únicos supervivientes de una galería comercial que en su momento de auge tuvo «de todo»: «dos carnicerías, dos pescaderías, dos tiendas de ultramarinos, pollerías, zapaterías, mercerías, droguerías, fruterías, peluquería... y hasta una bodega». «Era el mercado del barrio», recuerda César mientras atiende a una clienta. 
Clientes y comerciantes (María Teresa, la frutera, estaba de vacaciones en el momento del reportaje) lamentan el declive de un espacio de 1.000 metros cuadrados que parece tener los días contados. «Es una pena», coinciden todos ellos. Los supermercados, las grandes superficies, los cambios en los hábitos de consumo... Sobran las causas, faltan compradores. Tampoco encuentra comprador la inmobiliaria que tiene en venta en internet la galería (salvo tres locales de particulares) a razón de 220.000 euros...

[Más en la edición impresa]