«La discapacidad me hace tener una actitud positiva y proactiva»

Andrés Seoane / Burgos
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Fernando Riaño • Director de RSC, Comunicación y Relaciones Institucionales de Ilunion, grupo de empresas de la ONCE

En la mentalidad de Fernando Riaño (Burgos, 1975) los límites no existen. Su discapacidad visual severa no le ha impedido lograr títulos europeos y mundiales en duatlón y triatlón junto a su guía, Javier García, o ser el primer discapacitado en ganar el ‘Premio Seeliger y Conde al Joven talento Directivo’. Compagina su puesto en Ilunion con la presidencia de la agencia de noticias y comunicación Servimedia y la Junta Directiva de Forética, y ahora el Instituto Choiseul le coloca en el noveno puesto de su ranking ‘100 líderes económicos para el mañana’ en España.

Ser pionero significa abrir camino y llegar donde nadie lo hizo antes. Y Fernando Riaño vuelve a ser el primer discapacitado en algo, esta vez en el ranking del Instituto Choiseul. Su carácter humilde le lleva a subrayar la importancia de que aparezca la discapacidad, restando un mérito ganado a pulso a que lo haga a través de su persona, y al echar la vista atrás rememora con un gran cariño su infancia en Cerezo de Río Tirón.

Una extensa carrera profesional, títulos deportivos, un premio al Joven Talento Directivo siendo el primer discapacitado en lograrlo, y ahora noveno en el ranking de los 100 líderes económicos para el mañana del Instituto Choiseaul. ¿Cuántas horas tienen sus días?

Tienen 24 (ríe), pero hacemos lo que podemos a lo largo de esas 24 horas e intentamos aprovechar el tiempo. El deporte es mi hobby desde pequeño y lo sigo practicando, aunque no con la intensidad y asiduidad que quisiera porque hay muchas más obligaciones. El resto, intento aprovechar al máximo cada hora del día y disfrutar de cada cosa que hago.

¿Por qué cree que le han otorgado este reconocimiento, y qué significa para usted?

Lo primero, es inmerecido y casual. Hay muchas personas a quien conozco, aprecio, quiero y admiro en ese ranking, tienen historias muy inspiradoras detrás y son gente con muchísimo talento. Lo digo por los 99 restantes, no por mí. El que yo aparezca es lo que menos aporta. Para mí el valor real es que el grupo de empresas de la ONCE y su Fundación estén ahí representados, que el mundo de la discapacidad tenga un espacio. No tiene ningún mérito este asunto más que el que una entidad como la ONCE y su Fundación estén representadas, y que sea la primera vez que hay una persona con discapacidad me parece un tema relevante. No por mí, sino porque la discapacidad esté en la agenda. Que forme parte con normalidad de la realidad económica, institucional, política. Del día a día de cualquier pueblo y ciudad de nuestro país.

¿Se van derribando muros en la integración de las personas con discapacidad?

Aquí hay dos reflexiones. Si miramos hacia atrás creo que se han dado pasos tremendamente importantes, inspiradores y que confirman la tendencia de un cambio en nuestra sociedad. Y si miramos hacia delante, o nos comparamos con otros entornos o necesidades en términos incluso de derechos, nos damos cuenta de que hay mucho camino por recorrer y muchas barreras todavía por derribar. En nuestro país somos unos privilegiados, porque gracias a todo el trabajo que se ha realizado por parte de la ONCE y su Fundación en sus más de 75 y 25 años de historia, y del grupo de empresas de Ilunion y las entidades con las que se trabaja, este cambio es una realidad. Además hay otro motor de ese cambio que es el Comité Paralímpico Español (CPE), que ha hecho que España sea reconocida internacionalmente como una potencia importante en todo lo que tiene que ver con el deporte paralímpico, a pesar de las dificultades, las barreras y las circunstancias.

Hace años, ¿se habría imaginado llegar hasta aquí?

Nunca lo he pensado. No es algo que cuando era pequeño y estaba en Burgos en la escuela pensase, «un día quiero hacer esto». Lo importante es tener pasión por lo que haces, disfrutarlo. Ser feliz en el trabajo hace que tu rendimiento, tu productividad y el impacto de las cosas que haces sea mayor y a veces exponencial. Nuestro presidente siempre dice que podemos llegar donde llegamos gracias a los compañeros de viaje con los que nos cruzamos. Y nuestra compañera de viaje es la sociedad española, que muestra su apoyo a la ONCE y su Fundación para que seamos capaces de llevar a cabo multitud de proyectos que, nosotros solos, en ningún caso podríamos.

Perspectivas de futuro.

Intentar hacer más cosas mucho mejor de como las hacemos. Que a los proyectos sociales en general, y de la discapacidad en particular, se sumen cada vez más compañeros de viaje a nivel de administraciones públicas y organizaciones privadas, de forma que sea una realidad normalizada y juntos podamos llegar mucho más lejos. Además, siempre me ha apasionado el mundo académico y ahora lo tengo un poco abandonado. Quiero retomar el tema del doctorado.

Volviendo a todas las actividades que ha desarrollado, con éxito vistos los reconocimientos, ¿qué consejo le daría a los miles de jóvenes que ni estudian ni trabajan en Burgos?

Tengo una vinculación especial con Burgos y me preocupa. No me considero nadie para dar un consejo, pero les recomiendo una campaña que lanzó la Fundación ONCE que se llama ‘No te rindas nunca’, y que anima a los jóvenes a no abandonar todo lo que tiene que ver con su formación porque será la mejor inversión de futuro desde el punto de vista de su empleabilidad.

¿Qué le ha aportado y qué le ha quitado su discapacidad?

La discapacidad me ha obligado desde pequeño a hacer las cosas de otra manera, básicamente. A tener que encontrar una fórmula para que no exista ningún obstáculo para llegar al objetivo. La discapacidad hace que haya cosas que tengas que hacer de otra manera, quizá haya alguna que no puedas hacer, pero a lo que a mí me obliga es a intentar buscar nuevas fórmulas y caminos, y a tener una actitud positiva y proactiva.

¿A quién tiene que agradecerle el estar donde está?

A todo el mundo. A mucha gente con la que he tenido al suerte de trabajar, a mis jefes que me han dado la oportunidad de desarrollarme profesionalmente. Me acuerdo mucho de cuando era pequeño y estaba en la escuela en Cerezo de Río Tirón. Me marcó mucho, y lo he leído de varias personas, que a uno le imprime mucho carácter el lugar donde aprende a leer y a escribir. Y yo recuerdo aquella escuela de un pequeño pueblo, donde había incluso más de un curso en el mismo aula, con maestros con mayúsculas a los que yo siempre les tendré que agradecer. Y, por encima de todo eso, cada día a la familia. A mis padres, y a mi mujer y a los niños.

Talento, ¿se tiene o se educa?

Hay que trabajar muchas horas. Cuidarlo, regarlo. Sembrar, formarse y estudiar todos los días para que el talento se siga educando y siga creciendo.

Defínase.

Una persona muy normal que trata de disfrutar cada cosa que hace, y especialmente de los pequeños detalles y las pequeñas cosas que tiene, siempre en compañía de la familia o los amigos.