Comenzó como becario en DB en 1992 y ha trabajado también en El Mundo y elmundo.es, donde comenzó su vinculación con internet primero y después con las redes sociales. En 2003 volvió a Burgos y creó la empresa ‘Tres Tristes Tigres’, que organiza el Congreso iRedes junto a ‘Nueve Comunicación’. En septiembre publicó su primera novela ‘Las cuatro torres’.

Anima a quien esté interesado, y todavía no lo haya hecho, a inscribirse en la web iRedes.com para participar en el V Congreso Iberoamericano sobre redes sociales que se celebrará los días 16 y 17 de abril en el Fórum. Además, recuerda que fuera de programa se ha organizado la mesa redonda ‘Educación y conectividad’, que se desarrollará el día  15 de 19,30 a 20,30 horas en la sede de la Universidad Isabel I (calle Fernán González, 76).

Este año tiene lugar la V edición de iRedes. ¿Cuáles van a ser las principales novedades?

Vamos a abordar temas que no habíamos tocado a fondo hasta ahora.

¿Cuáles?

Música, ciencia y educación. Son las tres principales ramas que no hemos tocado del árbol de las redes sociales o de internet en general. Pero además, el año pasado fue el primero en que hubo talleres y estos se van a mantener en la nueva edición. Son talleres profesionales pero también generalistas, que dan juego a personas de perfiles distintos. Y el programa como tal  hace que iRedes tenga una identidad propia. Hay diálogos, charlas enredadas y mesas redondas.

En total van a participar más de medio centenar de ponentes. ¿Qué destaca de ellos?

Va a haber cantidad y calidad.  Y sin entrar en comparaciones con los de otros años, creo que el perfil medio de todos ellos es muy profesional y a la vez muy variado. Como internet y el mundo de la comunicación abarcan a la sociedad en su conjunto, vienen desde periodistas hasta empresarios y otros profesionales. Hay que recordar también que la clausura correrá a cargo de los periodistas Iñaki Gabilondo y Mónica Carrillo.

Cinco años después de poner en marcha esta iniciativa, ¿cuál es el balance?

Lo primero, que está consolidado. Por un lado, en Burgos, donde es un referente más en la programación de la ciudad. Y también en España, sin ponernos muchas medallas, creemos que también es una referencia. En estos años ha habido congresos que han nacido y han muerto, han surgido otros nuevos, pero en nuestro caso ha habido continuidad.

¿Y cuál cree que han sido las claves de esa permanencia?

Por una parte, el apoyo a los patrocinadores. Sin ellos no existiría iRedes. La otra gran pata es el apoyo de Burgos en general. Yen tercer lugar, el programa. Desde el primer año se apostó por un nivel alto de exigencia, viene siempre gente interesante y eso hace que  todo sume.

Para quien no conoce iRedes, ¿cómo le animaría a inscribirse y participar?

Diría que conviene saber lo que está pasando en internet en general y en las redes sociales en particular. Vivir a espaldas de internet ahora mismo hace que estemos un poco a espaldas de la realidad.  Y lo matizo: uno puede vivir perfectamente sin correo electrónico, sin Twitter, sin Facebook y sin Instagram, pero profesionalmente es conveniente saber lo que está pasando en las redes sociales y en internet. Nuestro congreso es profesional, pero también puede interesar a cualquier persona que trabaje o que quiera trabajar sin entrar en una charla o mesa redonda concreta.

¿Un periodista puede ser ajeno a lo que se cuece en las redes sociales?

Se puede perfectamente.

Pero usted que es un defensor de las redes sociales, ¿por qué animaría a participar activamente en ellas? Hay quien critica que suponen ‘perder mucho tiempo’...

Creo que también se pierde tiempo hablando por teléfono, mandando e-mails, escribiendo cartas, leyendo libros que no interesan o viendo telebasura. Las redes sociales o internet contienen todo: telebasura pero también información muy valiosa. Por tanto, para un periodista es una fuente de información más para escuchar lo que está pasando. Ya sea una ‘Primavera árabe’, una revuelta o un descubrimiento científico. Cuando hay un accidente, antes poníamos la radio; ahora también, pero igualmente conviene mirar lo que se está diciendo en las redes sociales porque probablemente estén los familiares, los medios de comunicación... las fuentes.

¿Han medido el impacto que tuvo el último congreso de iRedes, el de 2014?

En la cuarta edición del Congreso iRedes en 2014 hubo representación de 42 medios de comunicación de España e Iberoamérica, cerca de un millar de noticias en medios de comunicación online y offline y más de 20.000 tuits. Fue trending topic (tema más comentado en Twitter) en España durante dos días. El impacto es grande. 

¿Y la repercusión en Iberoamérica?

Parte de lo que es iRedes es pensar que lo que sucede en el Fórum se divulga fuera. Ya nos hemos acostumbrado a que dentro de la sala todo el mundo esté con su ordenador, su tableta y su teléfono  y no están perdiendo el tiempo, sino dándolo a conocer. Junto a ello, nosotros  lo damos por streaming (transmisión) y ofrecemos el código para que cualquiera lo pueda ver.

Si tuviera que marcarse un reto, ¿cuál sería?

Que la conversación que surge en torno a iRedes todavía sea más valiosa. Las redes sociales se usan para decir cosas que te están pasando en el momento pero también para transmitir información  y contenidos interesantes. Y quizá el reto sería que todo sea más valioso y más interesante. Ypara eso damos en streaming iRedes, ofrecemos información previa, durante y posterior al encuentro...

Facebook se ha consolidado como el rey de las redes sociales, mientras que la tendencia de Twitter en cuanto a número de usuarios ha sido a la baja. ¿Por qué?

El mundo de las redes sociales cambia como el mundo real, porque de hecho lo es. Por eso, algunas que hace años tenían mucha pujanza, pueden desaparecer y algunas que parece que están consolidadas pueden perder el favor del público. Por tanto, es muy cambiante. Es verdad que Facebook tiene más de mil millones de usuarios, pero también es verdad  que cada vez hay más redes sociales más temáticas que tienen sentido en internet. Y hay otros servicios que están cogiendo mucha fuerza en España, como por ejemplo Whatsapp, muy ligado a las redes sociales aunque propiamente no sea una de ellas. Y una cosa curiosa: los chavales antes estaban en Tuenti y ahora cada vez más en Instagram.

En todo caso parece que han nacido para quedarse y no es fácil que vayan a desaparecer...

Creo que lo que ha nacido para quedarse es que el ser humano cada vez se comunica más entre sí.  La tecnología nos permite comunicarnos más y mejor, ya sea a través de una red social o de un whatsapp. Y esa tendencia es imparable desde la época de Atapuerca.

Se debate mucho en torno a los ‘peligros’ que entrañan las redes sociales, sobre todo en lo relacionado con la difusión de determinadas fotografías o vídeos. ¿Qué consejos se puede dar para evitar problemas a este respecto? ¿Qué medidas de prevención deben adoptar los padres con sus hijos?

No soy un experto en este campo, pero sí puedo decir que hay que aconsejar a los niños del mismo modo que lo hacemos cuando tienen que ir a la calle solos. Debe haber sentido común y supervisión. Igual que no le dices que vaya solo a las tres de la mañana por una calle poco iluminada. No hay que cerrar los ojos a lo que está haciendo.

¿Qué impacto pueden tener las redes sociales en las próximas citas electorales?

Preguntarse por el impacto de las redes sociales, en abstracto, quizá equivalga a preguntarse por el impacto que van a tener en la campaña electoral los medios de comunicación, los mítines... o los mensajes de Whatsapp. En sitios como Twitter podremos encontrar mucha información valiosa, a menudo en forma de enlaces, pero también muchos tuits de autobombo y mucha morralla.  En las redes están muchos ciudadanos, muchos posibles votantes, así como la mayoría de los políticos. Pueden servir para lograr notoriedad, para difundir mensajes, para movilizar a los afiliados, para escuchar las propuestas de los ciudadanos... y sus protestas. Quizá por eso en algunos casos puedan influir en los votantes indecisos. Las redes sociales son un terreno de juego más para los partidos políticos, y en ese terreno internetero pueden jugar de manera brillante o mediocre, como en cualquier otro lugar.

Pero me gustaría pensar que en las elecciones tiene impacto, sobre todo, lo que los políticos han hecho y han dicho durante la legislatura, y lo que durante la campaña electoral dicen que van a hacer. Un político en el que no confiamos da igual que prometa la luna en Twitter o en un anuncio.  Por sus frutos los conoceréis.