La complejidad tecnológica del proyecto ha retrasado unos meses su lanzamiento, previsto en principio para el pasado otoño. Pero una vez solventados los problemas, la fase experimental de implantación del sistema de pago a través del teléfono móvil comenzará en quince días (tres semanas como mucho). Serán un máximo de 50 los comercios de la capital que participen en esta experiencia pionera, que nace con la intención de exportase al resto de España.
La Federación de Empresarios de Comercio (FEC), a través del centro de innovación I3com, trabaja en esta actuación desde principios del año pasado. «Ha habido que combinar tres tecnologías diferentes; la de pago, venta y promoción», explica su presidente, Enrique Bañuelos, en referencia al retraso que ha tenido el arranque de esta fase piloto.
En cuanto a los establecimientos adheridos, se ha tratado de que fuera un número reducido, por lo que la horquilla de participantes va de los 30 a los 50. Los elegidos se reparten por distintas zonas de la capital burgalesa, además de pertenecer a sectores de todo tipo. «Hay desde zapaterías a tiendas de regalos y papelerías», explica el presidente de la patronal.
La fase piloto permitirá a los clientes de estas tiendas realizar de forma fácil y sencilla los pagos de los artículos que adquieran mediante sus teléfonos inteligentes o tabletas. Pero además, según detalla Bañuelos, esta experiencia inicial servirá para detectar posibles deficiencias antes de poner extender la idea a otros puntos de la geografía nacional. El objetivo es que se convierta en un proyecto «universal», es decir que posibilite su adaptación en el tiempo a todas las tecnologías y aplicaciones que salgan mercado.
El arranque experimental se prolongará entre tres y seis meses, dependiendo de «cómo se desarrolle», explica el vicepresidente de la FEC, Julián Vesga, que implantará el sistema en sus tiendas de calzado. En este punto, avanza que ya se está impartiendo formación a los establecimientos participantes, a los que se les ha proporcionado un software y se les ha dado de alta en el sistema. Además, como el programa posibilita la compra física y virtual se les desarrolla una página web a aquellos comercios que aún no tengan.
La patronal del sector mantiene la previsión de que la actuación esté implantada a nivel nacional dentro de dos años. «Creemos que va a tener una gran aceptación porque las nuevas tecnologías van en esa línea. Es algo que ya está en Estados Unidos», subraya Vesga, que ve ventajas tanto para el comerciante como para el cliente, dado que este último se ahorrará un 2% en sus compras, mientras que para el primero el programa es «asumible» y «rentable».
Para el manejo del sistema, los usuarios deberán descargarse la aplicación imascom, disponible tanto para Android como para Apple. En noviembre del año pasado se realizó la primera demostración física, donde se pudo comprobar cómo se podía adquirir un producto en apenas unos minutos. Una vez instalada la herramienta, el comerciante selecciona la opción de comprar y marca el importe, al tiempo que el cliente realiza la misma operación para recibir un código que traslada al primero. Validada la clave, el consumidor recibe un mensaje de confirmación de lo adquirido.
El nuevo sistema va más allá del pago, ya que se ha concebido como un programa de fidelización con ofertas acumulables. Además, posibilita al usuario el acceso a una plataforma de geolocalización que le permite planificar sus compras y le facilita información sobre promociones o características de los productos y de los establecimientos adheridos al proyecto.