Que aún queden entidades que premien el talento, el ímprobo trabajo que supone la investigación en biomedicina o la lucha por mejorar la calidad de vida de los enfermos y la vocacional labor de contar a través de los medios de comunicacion tradicionales qué es lo que está pasando en la sociedad, casi es para quitarse el sombrero. Y eso es lo que hicieron, con su presencia y apoyo, los invitados a la entrega de los premios anuales de la Fundación Pfizer, que lleva ya 13 años destacando a los mejores en estos ámbitos.

La presidenta de la entidad, Elvira Sanz, se refirió a este acto como la constatación de que, a pesar de los difíciles años que está pasando la industria farmacéutica, en Pfizer siguen fieles al mantenimiento de su responsabilidad social. Por eso premiaron a Analía Bortolozzi, del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer por un trabajo que ayuda a entender las bases neurobiológicas de la depresión; a Jaime Feliú, del servicio de Oncología Médica del Hospital de la Paz, por desarrollar una herramienta que predice la evolución de los enfermos terminales de cáncer y a Sergio Raposeiras-Roubin, del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela por una investigación sobre la fibrilación auricular.

En comunicación, los premiados fueron Noemí Navas, de Cinco Días, por el reportaje ‘El mercado farmacéutico español se desmorona’; Enrique Beotas, por ‘La Rebotica’, de Abc Punto Radio y Carmen Casero por el reportaje ‘Normalizar la palabra cáncer’ de Radio Televisión Castilla y León.

Las entidades sociales a las que se reconoció su labor fueron la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder) por su programa de apoyo psicológico on line y a la Asociación Madrileña de Oncología Infantil por la publicación de un libro divulgativo sobre esta enfermedad dirigido a los niños que la padecen.