Es tu risa la espada más victoriosa

@LouMatilla
-

"Después de una larga lucha, hoy por fin puedo decir que hemos vencido a este cáncer; y digo 'hemos' porque no lo he hecho yo sola, he tenido mucha ayuda para ello y no hubiera podido hacerlo de otra manera"

‘Dicen que con el tiempo la vida pone a cada uno en su sitio’; con esas palabras comencé este blog y con ellas quiero finalizarlo. Y es que a pesar de que la vida me ha tratado a veces con demasiada atrocidad, siento que aún con ello, estoy donde debo estar; es más, estoy donde quiero estar. Y simplemente el hecho de ‘estar’, para mí en estos momentos se ha convertido en un auténtico regalo.

Después de una larga lucha, hoy por fin puedo decir que hemos vencido a este cáncer; y digo ‘hemos’ porque no lo he hecho yo sola, he tenido mucha ayuda para ello y no hubiera podido hacerlo de otra manera. En mi mente no contemplo la palabra curación puesto que sigo y seguiré con mis tratamientos y quién sabe si esto podrá reaparecer de nuevo o no, pero sí contemplo la palabra superviviente; una palabra de la que me siento muy orgullosa.

Superar un cáncer no es una tarea fácil, pero afortunadamente en el año en el que estamos, no es imposible; se puede. Sí se puede. Unas palabras que me han acompañado desde el principio y que he pregonado a los cuatro vientos; pero quiero decir hoy más alto que nunca que no ha sido sólo mi actitud positiva la que nos ha llevado a este desenlace; la actitud está claro que es muy importante a la hora de enfrentarse a una enfermedad como esta, pero de nada hubiera servido sin la medicina actual. Y es por ello por lo que quiero dar las gracias a todo el equipo médico que ha tenido a bien tratarme en el Hospital Universitario de Burgos; porque gracias a ellos y a sus buenas decisiones puedo seguir teniendo una vida normal; una vida en la que valoro cada pequeña cosa que hago.

Quiero dar las gracias especialmente a todo el personal del Hospital de Día de Oncología por su buen hacer y su humanidad; a mi oncóloga, por el buen trabajo que hace cada día, por su cercanía y por recibirme siempre con una sonrisa.

Quiero agradecer también a Diario de Burgos por prestarme este rincón; por apoyarme siempre y por amplificar cada paso que he dado.

Gracias a todos los compañeros de la iniciativa #FFPaciente, con los que tanto he aprendido.

Gracias a mi madre, que dejó su casa para venir a cuidar de su hija y aguantó siempre sin venirse abajo. A mi hermano, por escucharme y ayudarme; a mi familia por preocuparse. A mis amigos, ¡qué amigos tengo!, sois mi tesoro y lo sabéis; a mis compañeros que siempre han estado; gracias a todas las personas que han tenido buenas palabras y buenos deseos para mí, conocidas y no conocidas; gracias a ti por cuidar de mi pequeña y hacerme más fácil el día a día, siempre te digo que eres un ángel que llegó cuando otro se fue; gracias a ti también, que has llegado cuando todo aún estaba en duda y a pesar de ello, decidiste caminar conmigo. Y gracias a ti, hija mía; porque tú le has dado sentido a todo.

Escribía Miguel Hernández en sus ‘Nanas de la Cebolla’: ‘Es tu risa la espada más victoriosa’. Hace pocos días alguien a quien admiro me dijo que sin saberlo, él lo escribió para mí. Un bonito verso con el que empezar una nueva vida. Una nueva vida en la que seguiré sonriendo; como siempre he hecho. Fuerza y Honor.