Los comedores pierden 800 alumnos y se disparan las becas que eximen de su pago

B.G.R. / Burgos
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En 2008 se concedieron 441 ayudas para costear la totalidad del servicio, frente a las 663 de este curso. El número de comensales ha pasado de los 7.463 a los 6.624 de este septiembre

Escolares del Marceliano Santamaría, en un momento de la comida. - Foto: Valdivielso

La tendencia a la baja en el número de usuarios de los comedores escolares se mantiene desde hace seis años, 839 menos este curso en comparación con 2008-2009  (-11,2%) hasta los 6.624, mientras que aumenta considerablemente el número de familias que reciben la ayuda del 100% del coste del servicio, 222 más o un incremento del 50% con 663 beneficiarios en la actualidad. La radiografía parece estar clara y obedece a la situación económica, aunque la Dirección Provincial de Educación apunta  otros matices como la jornada continua en el caso del descenso en el número de comensales.

En lo que todas las partes coinciden, tanto la Administración regional como la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA), es en que el incremento de las becas que eximen de pagar el comedor escolar reflejan que la situación de muchas familias es «cada vez más precaria», según explica la vicepresidenta de este último colectivo, Marisa Beunza. Porque si se tienen en cuenta los requisitos que deben cumplirse para obtener la gratuidad del servicio, los ingresos de las familias no pueden exceder de la mitad del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IMPREM). O lo que es lo mismo,  de tan solo 3.727 euros al año. También están exentos aquellos escolares que se encuentren en situación de acogimiento familiar y los que pertenecen a familias numerosas especiales (5 hijos o más).

El horario lectivo

El director provincial de Educación, Juan Carlos Rodríguez Santillana, también atribuye a la crisis económica el aumento de estas ayudas, si bien descarta este argumento para explicar el descenso del número de usuarios, haciendo referencia a una merma generalizada de la matrícula y a un crecimiento del número de becados en el último año. «Esto se debe, principalmente, a la jornada continua», precisa, en referencia a que el horario lectivo solo es de mañana. Es más, afirma que en algunas provincias han llegado a desaparecer comedores escolares por este motivo, algo que, insiste en subrayar, no se ha planteado en Burgos.

 A las 663 ayudas del 100% concedidas en la provincia para el presente curso, hay que sumar otras 145 que cubren el 75% del gasto y otras 913 que llegan al 50%. En estos últimos casos, se da la circunstancia contraria a la primera. Es decir, que en lugar de crecer se reducen en 47 (24,5% menos) y en 108, o un 10,5%, respectivamente, en comparación con los datos de hace 6 años. «Esto se debe a que la situación de las familias ha empeorado con el paso del tiempo y ahora son más las que se incluyen en el primer grupo», manifiesta Beunza.

Entre unas ayudas y otras, la Consejería de Educación ha concedido este curso 1.721 becas de comedor, que suponen el 26% del total de comensales, con un montante global que asciende a 947.583 euros, un 18% más que hace seis años, según la información facilitada por la Dirección Provincial de Educación. Se trata de 67 beneficiarios más que los que había en 2008, cuando sumaban 1.654 y de 37 más que el pasado curso. El coste del comedor asciende a 3,90 euros (IVA no incluido) para los usuarios habituales, mientras que los esporádicos, los que acuden en días puntuales, pagan 25 céntimos más que los anteriores.

Además de los alumnos con beca, tampoco abonan el servicio los llamados transportados, aquellos escolares que residen en zonas donde no hay colegios públicos, y cuyo número asciende a 1.720, cifra similar a la de hace seis años, elevando el importe total del dinero que destina la Junta a este servicio hasta los 2,3 millones de euros.