Hace medio año en una entrevista a este periódico Javier Castro, director de la Orquesta Sinfónica de Burgos, planteaba como uno de los metas de la agrupación el estreno de la ópera El mozo de mulas, de Antonio José. Seis meses después la formación musical habla ya de una realidad en un horizonte cercano. La OSBu persigue estrenar en noviembre de este año en versión concierto la obra en tres actos que el compositor burgalés asesinado en Estépar no pudo terminar, y cuya orquestación (la del segundo acto) fue completada por Alejandro Yagüe en 1986.
«No se ha hecho antes por falta de orquesta, voces, presupuesto, capacidad... Ahora está en nuestras manos. Y el tiempo que se deje pasar es una oportunidad perdida», sostiene Enrique García Revilla, presidente de la OSBu. «Tenemos la voluntad y creo que este es un buen momento», añade el violinista y musicólogo.
La idoneidad de la fecha viene avalada no solo por la calidad técnica que ha alcanzado la OSBu en estos diez años de historia, sino también por coincidir dos aniversarios: en 2016 se cumplen 80 años de la muerte de Antonio José (1902-1936) y 400 de la de Cervantes, autor de El Quijote, en uno de cuyos episodios se inspira El mozo de mulas, la única ópera compuesta por el autor de El molinero y Sinfonía castellana. Eso sin contar otra cifra redonda: los 30 años que hace que Alejandro Yagüe completó la orquestación.
«Por primera vez existe una voluntad firme de estrenar la obra y se dan todas las condiciones para que pueda realizarse en Burgos. El mozo de mulas es, probablemente, la más importante muestra del patrimonio artístico burgalés del siglo XX, nada menos, y para escarnio de los burgaleses, permanece inerte en un cajón», explica el violinista de la Sinfónica. Hasta ahora solo se han interpretado fragmentos de esta obra (Rafael Frühbeck lo hizo con el segundo acto en la inauguración del Fórum y el Preludio y la Danza popular se estrenaron en vida del músico), pero nunca se ha escuchado de manera completa.
La intención de la OSBu, que lo haría acompañada de la Federación de Corales de Burgos y cuatro solistas (la soprano Alicia Amo ya está confirmada), no es solo estrenarla en versión concierto, sino realizar una grabación para promocionarla y difundirla entre los agentes culturales y «gerentes de teatros de ópera de cara a su posible inclusión en sus respectivas programaciones». Su representación escénica sería el siguiente paso indiscutible para que la obra de Antonio José se reconozca, aunque ahí la OSBu lo deja ya en manos de los programadores.
Para llevar a cabo este estreno en el Fórum, que coincidiría con la apertura de la temporada 2016-2017 de la Sinfónica, la formación que dirige Javier Castro busca apoyos económicos que permitan llevarlo a buen puerto. La orquesta calcula en 40.000 euros el presupuesto necesario para hacer sonar (y grabar) esta ópera de unas dos horas de duración.
La obra más ambiciosa. El mozo de mulas consta de tres actos divididos en 24 escenas, además de un preludio y la apoteosis final. Según Miguel Palacios, experto en la obra del compositor de la Generación del 27, «El mozo de mulas fue el más ambicioso proyecto de Antonio José, en cuya composición trabajó los últimos diez años de su vida, con total dedicación y entusiasmo desde 1927 a 1931, y más intermitentemente en los cinco últimos años».
El argumento está tomado del episodio 43 de El Quijote en el que se cuenta la historia de amor entre dos jóvenes, don Luis y doña Clara. Él es hijo de padres ricos y nobles y, para seguir a su amor que marcha de viaje con su padre, se disfraza de mozo de mulas (cap. 43 de la primera parte Donde se cuenta la agradable historia del mozo de mulas, con otros extraños acaecimientos en la venta sucedidos). El mozo de mulas no solo revela un profundo conocimiento de la estructura de la ópera y de todos sus recursos dramáticos, sino que además incluye novedades como el uso de la rodalla o la utilización de temas populares.