«Hubo un momento que pensé que me moría»

AGENCIAS
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Teresa Romero reconoce que durante su lucha contra el ébola temió por su vida, pero sacó fuerzas, se concentró en que tenía que salir adelante y finalmente lo logró

«Hubo un momento que pensé que me moría»

Por fin, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, respira hondo una vez que sabe que ha superado la enfermedad. Sin embargo, el largo camino que ha tenido que recorrer hasta llegar a este satisfactorio punto ha estado plagado de días críticos e, incluso, angustiosos. De hecho, ella misma reconoce que temió por su vida, después de pasar jornadas muy graves mientras estaba ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid, según explicó ayer la portavoz de la familia, Teresa Mesa, tras acudir al centro.

«Ha habido un momento que pensaba que se moría», indicó a los medios de comunicación Mesa que le había transmitido Teresa.

Durante su tratamiento, la representante de la familia comentó que la enfermera era perfectamente consciente de su gravedad y que hubo un momento que pensaba que no iba a seguir con vida. «Pero luego dijo no, yo no tengo que morir, yo tengo que salir adelante», agregó para ilustrar la «fortaleza interior» de la auxiliar de cara a superar la enfermedad y recuperarse completamente.

También explicó que la sanitaria le trasladó que no recuerda haber dicho que se hubiese rozado con el guante el rostro, a lo que Mesa añadió que en su estado «podía decir que sí a todo». Aunque insiste en que «lo que hizo, lo hizo bien», indicó.

«Ella reitera que todo lo que realizó cuando estaba trabajando lo llevó a efecto bien. No tiene noción de haber hecho nada malo», agregó Mesa para detallar, en referencia a la posibilidad de haberse tocado la cara, que en el estado en que se encontraba, con medicación, no era muy consciente de todas sus palabras. «No es dueña de sí, estaba simplemente alucinando», apostilló.

Igualmente, la portavoz destacó que la auxiliar se mostrará «colaboradora» con el comité de expertos sobre una posible aportación para investigar sobre la elaboración del suero. De hecho, su intención es donar plasma para que se utilice como ayuda para luchar contra el virus.

Mesa detalló que el pasado viernes se le retiró la medicación, que el domingo se le realizó la prueba PCR sobre el virus que dio negativo y que ayer se le ha realizado otra nueva prueba.

Comentó que los médicos tienen la intención de «pasarla a planta mañana (por hoy)» y que podría ser reubicada en la quinta (ahora está en la sexta) o en una habitación próxima a la que se encuentra.

Está animada.

En este nuevo contexto sanitario sin virus, la portavoz subrayó que Romero se está recuperando «muy bien» y  «está animada» sobre su evolución, aunque también tiene «momentos de desesperación». Además, confirmó que ya habla todos los días con su marido, que también se muestra «muy contento» por su evolución. También explicó que los facultativos consideran que no le va a quedar ninguna secuela y que la auxiliar de enfermería es «muy fuerte», lo que ahonda en su «recuperación espectacular».

Por otro lado, se mostró agradecida con la hermana Paciencia pues es consciente de que el suero realizado con su sangre le ha sido administrado.

También detalló que Teresa está «un poco ausente» y duda de que pueda atender a los medios de comunicación cuando sea dada de alta. No obstante, la intención de su marido es hacer una rueda de prensa para explicar su situación.

Mientras, añadió que la sanitaria no es consciente del número de personas en vigilancia o ingresadas por haber tenido contacto con ella.

En cuanto al marido, Mesa señaló que Javier Limón está «muy contento» por la mejoría de Teresa y que él recibirá el alta la semana que viene, el día 27 o 28 de octubre. También indicó que ya tiene un abogado para emprender las acciones legales que considere oportunas en relación con la gestión de todo el asunto de su mujer.   

Desde el punto de vista psicológico, Mesa añadió que ella «se pone a llorar, pero de la emoción» y que el marido también está mejor anímicamente.