El Colegio de Médicos actúa ante las agresiones

ICAL
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El Colegio de Médicos de Burgos elabora una infografía para ayudar a los sanitarios ante una agresión física o verbal

El Colegio de Médicos de Burgos elaboró un gráfico destinado al personal sanitario en el que se explica de manera resumida cómo actuar en caso de sufrir una agresión física o verbal. El objetivo de esta infografía es servir de apoyo al profesional médico ante un episodio de naturaleza violenta y servir así de guía para saber cómo actuar cuando ocurran este tipo de situaciones.

Según informan fuentes del Colegio de Médicos de Burgos, el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) registró en el año 2017 un total de 515 nuevos casos de agresiones, frente a los 495 del año anterior. Esta cifra se traduce en un aumento del cuatro por ciento.

Con el objetivo de mejorar la seguridad de los médicos, la Subdelegación del Gobierno y el Colegio de Médicos de Burgos presentaron hace unos meses un protocolo que busca enseñar a los médicos cómo actuar antes este un episodio de agresión y a saber a quién deben dirigirse para preservar su integridad y sus derechos.

Este protocolo establece que ante un posible riesgo de agresión, el primer paso del profesional debe ser tener prevista una salida del escenario, y se recuerda que en una situación como ésta, el médico debería estar situado lo más cerca posible de la puerta- al contrario de lo que suele ocurrir en la mayoría de los casos, donde el enfermo es quien se sitúa cerca de la salida-. Se recomienda también al profesional que solicite la presencia de un compañero u otra persona cercana que le ayude a terminar o salir de la situación de violencia o que accione el botón de pánico en caso de tenerlo.

Un segundo paso a dar por el profesional es alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (091 / 062) máxime si fracasan los intentos de disuadir al agresor o la situación de riesgo de violencia o agresión persiste. En tercer lugar, se recomienda al médico que acuda al Servicio de Urgencias para una valoración de las lesiones físicas y/ó psíquicas, además de para que se obtenga un informe médico que añadir a la denuncia posterior. Del mismo modo, se recomienda recabar toda la información posible sobre el agresor, la situación y los testigos. Siempre será interesante poder contar con imágenes del daño, aunque sea con el teléfono móvil.

En quinto lugar, el protocolo establece que será necesario comunicar el incidente al responsable del centro. De este modo, en los centros de Sacyl se comunicará a la Dirección Gerencia del Hospital en horario de jornada laboral y al jefe de Guardia en horario de Atención Continuada. En los centros privados se hablará con la dirección del propio Centro. Una vez que se ha puesto en conocimiento al centro, serán los responsables de estos quienes se pongan en contacto con los Interlocutores Policiales Territoriales Sanitarios (IPTS): la Policía Nacional en casos de Aranda, Miranda o Burgos (947 282375), y la Guardia Civil en el resto de la provincia (619 11 91 24).

Por último, se pondrá en conocimiento de los hechos al Colegio de Médicos y se rellenará el Registro de Agresiones del Colegio. Una vez que se lleve a cabo esta actuación, el profesional recibirá instrucciones a seguir.

Además. los expertos recomiendan que ante un episodio violento es necesario suspender la relación médico-paciente. De esta manera el protocolo estima que en el supuesto de que el agresor tuviera que ser citado para una revisión médica se comunicará a los IPTS dicha cita con fecha, hora y lugar de la misma. El protocolo está disponible en la página web del Colegio Oficial de Médicos de Burgos (www.combu.es) para su consulta.