La administración dedica a mantener las carreteras 16 millones menos en 4 años

J.M. / Burgos
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El Gobierno, la Junta de Castilla y León y la Diputación invierten en la provincia de Burgos 27,2 millones en el último ejercicio frente a los 43,4 que se ejecutaron a lo largo de 2010

Las máquinas durante una campaña de renovación del firme el año pasado en las inmediciones de Fuentes Blancas. - Foto: Jesús Javier Matías

Hace apenas unos días que un estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) aseguraba que cada euro no invertido en mejorar el estado de las vías se transformará en 5 al cabo de tres ejercicios y en 25 euros al quinto. En el caso de Burgos, la realidad, al margen de matices, es que la inversión realizada por las administraciones en el mantenimiento y conservación de la red viaria de la provincia se ha desplomado en los últimos años. Si en 2010 el Gobierno central, la Junta de Castilla y León y la Diputación destinaron 43,4 millones de euros a este fin (obras ejecutadas), en 2013 la cifra descendió hasta los 27,2. Es decir, un 37,3% menos en cuestión de cuatro años.

Si algo también enseñan los números es que esa reducción en el gasto ha sido desigual entre las distintas administraciones. En términos porcentuales la rebaja más significativa se ha notado más en las obras que ejecuta la Diputación ya que caen un 72,8%. De los 6.685.140 euros que se destinaron en 2010 a los 1.885.803 de 2013.  

En el caso del Gobierno central es donde más se percibe la pérdida de millones dedicados a la conservación de las carreteras. En 2010 se alcanzaba un volumen total de 31 millones de euros y es a partir del siguiente año cuando se produce un descenso brusco en las inversiones. Algo más de 22 millones en 2011 y 2012 y poco más de 20 en el ejercicio 2013.

El punto de inflexión puede situarse en el verano de 2010 cuando el entonces ministro de Fomento, José Blanco, anunció una paralización generalizada en la ejecución de nuevas infraestructuras. El tiempo ha venido a demostrar que también afectó a la conservación de los viales que ya estaban en funcionamiento. Un descenso en la inversión que ha mantenido también el Partido Popular en los últimos años. En este tiempo, la gran exigencia se ha centrado en exigir la culminación de las obras para el arreglo de distintos tramos de la N-1.

La Administración regional ha sido en la que menos se ha notado el descenso en la inversión para conservación de carreteras. De hecho, en 2010 se certificaron obras por importe de 5.053.933 euros y en 2013 la cifra apenas se redujo hasta los 5.040.613 euros. Entre medias, en 2011 se destinaron 2,8 millones, pero en 2012 se elevó hasta los 6,4 millones. Fundamentalmente por los 2 millones que fueron a parar a la CL-603 (de Aranda a Segovia), por el más de un millón que se fue a la BU-825 (Salas a La Rioja), los 760.000 euros de la BU-820 (de Ibeas a Pineda) y los 780.000 de la BU-920 (de Gumiel de Izán a Caleruega).

El año pasado, la mayor cuantía se la llevó la CL-629 (Bercedo con el País Vasco), a donde fueron a parar 2,4 millones que se sumaron a los 559.962 invertidos un año antes. El acceso al polígono industrial de Villalonquéjar (BU-600) recibió en 2013 unos 946.000 euros.

En el caso de la Administración central las inversiones se han repartido por toda la red de carreteras nacionales, si bien destacan las obras de mejora que se han ejecutado en el Nudo Landa, en la A-1 N-1, N-120, N-620, N-623 y N-629.

En los últimos años, las inversiones de la Diputación, que reparte cantidades importantes en pequeños arreglos que demandan los municipios, se notaron de forma importante en 2010 con la primera fase de la carretera que une Mansilla y Pedrosa de Río Urbe con Las Quintanillas, y en 2011 con la unión de La Vid de Bureba y Briviesca (la tercera fase). En ambos casos con más de un millón de euros. En 2012 hubo 676.990 euros para la carretera de Belorado hasta el límite de la Rioja, cantidad muy similar a la destinada para la misma vía en 2013.

¿RECUPERACIÓN?

Lo más esperanzador en el caso de la administración provincial es que, pese a ser la que más ha reducido porcentualmente su presupuesto en el mantenimiento de carreteras en estos años, las previsiones para el presente ejercicio parecen recuperar el ritmo inversor para el cuidado de las vías de su titularidad. Y es que, según datos aportados por la propia Diputación, en lo que va de año se han adjudicado obras por importe de 4,1 millones de euros. En buena parte motivadas por el impulso que para culminar la octava y la nueva fase del proyecto de mejora de la carretera que une Briviesca con Cerezo de Río Tirón y que se lleva 2,1 millones.