El Ministerio de Agricultura mantiene su intención de arreglar la carretera de Herrera a pesar del retraso en los plazos que lleva, tras anunciarse hace un año que las obras empezarían el pasado verano. La inversión barajada ronda los 500.000 euros y está pendiente de la habilitación legal del gasto por parte del Ministerio de Hacienda. Fuentes del Ministerio de Agricultura esperan que antes de verano «lleguen buenas noticias». Y lo mismo desean los alcaldes afectados por esta vía que discurre en pleno monte vertebrando parte del Valle de las Caderechas.

Hace un año, se anunció que la red viaria del Valle de Las Caderechas sería mejorada ese mismo año con fondos del Ministerio de Agricultura y más en concreto con cargo al programa de inversiones en infraestructura rural. La destinataria del dinero iba a ser la carretera de Herrera que recibió la visita de varios técnicos ministeriales para comprobar su estado in situ. La delegación estuvo acompañada por el alcalde del municipio de Rucandio, que ha sido el promotor de todas las gestiones con el Estado. La vía mide 16 kilómetros. Los cuatro ayuntamientos propietarios de la vía, Rucandio, Aguas Cándidas, Cantabrana y Oña, darán todos los permisos necesarios para que la obra pueda ejecutar. Así, los respectivos alcaldes firmarán la disponibilidad de terrenos sin ninguna objeción. La carretera de Herrera, que atraviesa un amplio pinar del valle, presenta tramos muy deteriorados pero también tramos en buen estado. Estos últimos han sido reparados a lo largo de los últimos años con fondos municipales y con subvenciones de la Diputación Provincial. El arreglo que actualmente proyecta el Estado incluirá saneamientos, asfaltado y señalizaciones.

Lo que no está previsto es retocar el sinuoso trazado de la vía ni su ensanchamiento aunque sí se estudiará mejorar las curvas más problemáticas. El arreglo de la carretera tendrá distintos beneficiarios. En primer lugar, los habitantes de la localidad de Herrera que no tienen otra vía de entrada y salida al pueblo; en segundo lugar, los fruticultores con fincas en la zona y en tercer lugar, los camioneros que cada verano se trasladan al valle para llevarse las cerezas que se producen él. Además, la vía es utilizada cada vez más por los turistas que recorren Caderechas sobre todo en la época de la floración de los cerezos que en cuestión de semana se hará realidad. En cuanto al mantenimiento y conservación de la vía, los alcaldes de los cuatro municipios se comprometen a asumirlo.