La temporada de baño dio el pistoletazo de salida el pasado 11 de junio, primero en SanAmaro, y cinco días más tarde, el 16, en El Plantío. En la primera, el día inaugural se cerró con la entrada de cero burgaleses a las piscinas descubiertas, motivados en parte por los 18 grados que marcaba el termómetro y los 15,5 que registraba el agua. El arranque en El Plantío fue también muy flojo, ya que se registró la segunda peor cifra en lo que llevamos de período, 165 usuarios.

El verano que estamos viviendo en Burgos, con constantes cambios de temperatura, rachas de viento -todo un clásico- o las tormentas veraniegas, que estropean por completo una mañana o tarde de piscina, ha provocado que el número de burgaleses que han acudido a San Amaro, Capiscol y El Plantío durante el primer mes (16 de junio al 16 de julio)haya descendido aproximadamente un 3% con respecto a las mismas fechas del año pasado.

En concreto, en 2017 se registraron durante los 30 primeros días de apertura de estos espacios un total de 88.819 usuarios, cifra que se ha visto mermada este 2018 en 2.654 personas hasta quedarse en 86.165. Si vamos un poco más allá y comparamos con los datos que manejan desde el Servicio Municipalizado de Deportes delAyuntamiento de Burgos, en 2016 disfrutaron de estos complejos el mes inicial 85.799 personas, 366 menos que el año pasado.

Por recintos, en San Amaro han girado el torno para acceder a su interior 35.467 burgaleses, seguido de los 27.955 que han entrado en la piscina de verano de El Plantío y los 22.743 que han hecho lo propio en Capiscol, donde a pesar de estar cubierta se dispone de una zona ajardinada donde tomar el sol en esta época del año. El día que más afluencia hubo en las tres fue el martes 26 de junio, donde los más de 25 grados animaron a muchos a salir de casa y tomar el sol o darse un chapuzón.El Plantío registró 3.938 usuarios, SanAmaro 2.391 y Capiscol 1.325.

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