«Estamos con los que estáis y con los que se fueron»

P.C.P.
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Julio Ceballos recordaba a su amigo Juan Carlos, fallecido en Monasterio de Rodilla; Marisa Beunza a las familias extranjeras rotasen la N-I; las Vesga, todos los sustos familiares. «¡Esto es vida!»

«Estamos con los que estáis y con los que se fueron» - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Cuando Julio Ceballos se encaramó anoche a la rotonda del Crucero de Briviesca para dirigirse a las 300 personas que habían acudido a la convocatoria de la Plataforma de Afectados por la N-I en su mente estaba Juan Carlos. Aquel día ayudó a los bomberos en el rescate del camión siniestrado en el cruce del cámping de Monasterio de Rodilla sin saber que era el cuerpo de su amigo de Sotopalacios el que yacía allí atrapado.  

En esta lucha todos han tenido su JuanCarlos. Un primo fallecido hace 28 años. Un  hermano. Una hija.Unos padres. Un compañero de trabajo. «Han sido muchos años de un dolor muy fuerte.Así que me ha desbordado la emoción, acordándonos de todos los que no están, en este tránsito hacia la felicidad, hacia la tranquilidad para nuestras familias.Esto es vida», anunciaba con un profundo suspiro Marisa Beunza, una de las fundadoras del movimiento ciudadano al que unánimemente se le atribuye gran parte del éxito en la liberación de la AP-1.

A esta lucha todos se han sumado con un porqué, «pero nunca politizado», aclara Beunza. «Hemos tenido que escuchar de todo y sin motivo. Aquí todos vivimos el mismo problema, aunque cada uno pensamos diferente», remarca. También se acuerda de los camioneros,«que nunca nos han apoyado», y de la cantidad de familias extranjeras que han sufrido el martirio de la Nacional I sin tan siquiera tener la opción del duelo y el consuelo colectivos.

«Lo más difícil para mí es ver la cara de las víctimas.Hay que tener valor para hablar con ellos, para escucharles, para sufrir con ellos también. Eso es lo más duro», reconoce Julio Ceballos, orgulloso de cómo Briviesca se ha subido a este tren, «quizás tarde» pero con una familia que «poco a poco ha ido creciendo» y a la que hoy juntará en torno a la música y una paella. El azafrán no le quitará el sabor agridulce a los allegados de las víctimas, por «la alegría de que se ha conseguido y el pesar de no poder disfrutar con su gente, con los que han perdido», reconoce Ceballos.

Camino del peaje los semblantes se van tornando más risueños.Observa con envidia Juan Carlos Poderoso, de la Plataforma AP-8 PeajerikEZ (Peaje NO). Nacida enDurango, también busca la liberación de una vía que reporta grandes beneficios a las Diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa. «Nosotros hemos recogido 25.000 firmas pero nos falta el respaldo de los políticos locales y de los medios de comunicación que han tenido en Burgos. No tenemos la oportunidad de llevar el debate a la opinión pública», se lamenta.

Una traca de petardos y el sonido del corcho de una botella de champán volando por encima de unas barreras que ya no existen desatan la fiesta y los primeros aplausos, al principio tímidos, después rotundos, de esta marea de chalecos amarillos. Llegan los cánticos y los selfis con el letrero luminoso ‘Autopista AP-1 gratuita’ de una noche histórica. AnabelVesga confiesa que esta mañana estaba nerviosa. Junto a Marisol Cantera, Paula de la Fuente, Pilar Vesga y sus familias celebran la que esperan sea la última movilización. «Llevamos 24 años, desde la primera prórroga», recuerdan en referencia a la de 1994. Entonces venían con los carritos de sus hijos.Con el tiempo se hicieron mayores y temieron por ellos.«Un cubata menos y mañana vas por la autopista», les decían cuando tenían que ir a Burgos a trabajar o a cualquier gestión.Esta noche ya no harán falta más renuncias.Hay barra libre en la AP-1.