La autovía entre Miranda y Logroño se desvanece por la falta de dinero

G.A.T. / Miranda
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Ni la Diputación de Álava ni el Ministerio de Fomento han previsto inversiones inminentes para la conversión en autovía de la N-124 entre Armiñón y Ollauri y la N-232 hasta Alfaro

La N-124 tiene cruces a nivel muy peligrosos. - Foto: ENRIQUE TRUCHUELO

 
Lo que el Ministerio de Fomento anunció en el año 2006, con la contratación del estudio informativo, como un importante proyecto para conectar con autovía las ciudades del eje del Ebro entre Miranda y Zaragoza sigue siendo apenas un proyecto, en especial en el tramo riojano, y con ello en lo que más afecta a los mirandeses que emplean este corredor. La llamada autovía A-68, proyectada como alternativa a las saturadas y peligrosas N-124 (entre Armiñón y Haro) y N-232 (entre Haro y Alfaro) y también a la autopista de pago AP-68, sigue acumulando montañas de documentación, y solo en los trazados que discurren por Navarra y en parte por Aragón la conversión en autovía se ha hecho realidad.
La paralización de algunas inversiones en materia de infraestructuras ha dejado a esta autovía como una de las más retrasadas, ya que si bien fue incluida en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) para estar lista en el año 2020, la planificación se retrasó para su ejecución como tarde en el 2024 dentro del nuevo Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi), fecha que a diez años vista tampoco parece probable que se cumpla, más teniendo en cuenta las ridículas aportaciones nuevas al proyecto habidas en el último presupuesto, que solo contempla 15.000 euros para el trazado riojano.
A ello se suma igualmente la decisión de la Diputación Foral de Álava de paralizar por ahora la inversión que a ella le compete en este proyecto, ya que la autovía se completaría con el desdoblamiento del trazado de la N-124 que discurre por Álava, en este caso entre Armiñón (donde conectaría con la A-1) y Briñas (donde ya la competencia sería estatal al pasar a ser La Rioja).
Desde que en el año 2006 el Ministerio anunciara la contratación de la redacción del estudio informativo (documento que plantea las opciones de trazado para la nueva carretera) ha habido algunos pasos. Existe por ejemplo una recomendación sobre el trazado, y también declaración de impacto ambiental, pero poco más. 
 
solo un tramo. No se ha licitado la redacción de los proyectos de construcción de ninguno de los seis tramos en los que se ha dividido el proyecto entre Alfaro y Briñas, a excepción del que afecta directamente a la capital riojana, Logroño, cuya redacción salió a concurso el pasado mes de agosto por 1,9 millones para un trazado de 31 kilómetros entre Arrúbal y Navarrete que costará unos 130 millones de euros, y básicamente supone la liberalización, con la creación de un tercer carril, de ese tramo de la autopista de peaje AP-68.
Precisamente la pasada semana el Ministerio de Fomento confirmaba que ha adjudicado esta redacción del proyecto, que servirá de circunvalación sur de Logroño, por un importe de 1,1 millones y un plazo de 24 meses. Allí sí que el Ministerio optará por la liberalización del peaje de la autopista, aunque en el resto del trazado se prevé una vía prácticamente en paralelo a ésta.
Y es que aunque el Ministerio de Medio Ambiente recomendó a Fomento «la liberación del peaje de la autovía AP-68 en toda la longitud del proyecto, dado que se producirían impactos acumulados por la existencia de numerosas infraestructuras en un mismo corredor», Fomento planteó que «la liberación del peaje en un itinerario de tanta longitud tiene un importante componente económico, financiero y contractual», pidiendo tiempo para considerar esta opción.
Lo que también se planteó es que el estudio informativo no afectara a la zona más próxima a Miranda, dada la intención de la Diputación Foral de Álava de desdoblar al N-124, que es continuidad de la N-232 hacia el País Vasco y va en paralelo a la AP-68. Pero tampoco Álava ha impulsado este proyecto que en su día anunció como prioritario para tenerlo ejecutado en 2009 entre Armiñón y Zambrana y en 2012 entre Zambrana y Briñas.
 
se libera en el 2026. Todos estos retrasos van a demorar por muchos años más la ejecución de los planes de desdoblamiento, sin que para el año 2024, como se planifica en el nuevo Pitvi, pueda estar todo el trazado ejecutado. Y hay otra variable, y es que tras la prórroga a la concesionaria dada por el Gobierno en el año 2000, el fin de la concesión de la autopista no llegará hasta 2026, si es que no se extiende de nuevo, con lo que es probable que se opte por esperar a que los años sigan pasando hasta que se puede recuperar ya libre de peaje la autopista y convertirla en autovía.