Las indemnizaciones por despido en España son «particularmente generosas», según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que recomendó ayer al país llevar a cabo una reforma laboral que aumente el período de preaviso de cese a la vez que reduzca el importe de las indemnizaciones para crear más empleo. 

«Una reforma que aumente el período de preaviso, compensado con una disminución de la indemnización, permitiría iniciar la activación durante el preaviso sin aumentar el costo para las empresas», señaló la organización en su informe Perspectivas de Empleo 2018». 

En su análisis, el Club de los países ricos sostuvo que la reforma laboral de 2012 ayudó a aumentar el empleo y a combatir la profundamente arraigada segmentación del mercado nacional, reforzando la capacidad de los empresarios para resistir las turbulencias de la crisis. 

«España perdió mucho tiempo para llevar a cabo los ajustes necesarios», señaló el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que recordó que en los primeros años de la recesión los representantes del Gobierno español la consideraban «un problema anglosajón». 

Ahora, el país está creando medio millón de empleos al año como resultado de la reforma implementada por Mariano Rajoy y ha registrado una mejora enorme de 10 puntos porcentuales de la tasa de paro, señaló el mexicano. «Las cifras muestran que nos movemos en la buena dirección», apuntó. 

En cuanto a la calidad del empleo en España, la propia OCDE subrayó que «la pobreza es una fuente de inquietud», donde la proporción de personas en edad de trabajar que vive con menos del 50% del ingreso mediano es de 15,9%, la segunda más alta de la OCDE, solo inferior al 16% de Grecia. 

Asimismo, como consecuencia del alto desempleo y la elevada incidencia de contratos temporales, el nivel de seguridad laboral de los asalariados españoles es el segundo más bajo de toda la OCDE, con un 17,5%, frente al 4,9% de media de la organización, solo por delante de Grecia, con un 22,7%, mientras es el cuarto con mayor incidencia de la tensión laboral, con un 35%, frente a la media de la OCDE del 27,5%. 

«Puede que no sean empleos de la mejor calidad», reconoció Gurría, añadiendo que es mejor uno precario que ninguno». 

De este modo, la OCDE considera «de vital importancia» continuar este esfuerzo reformador, especialmente a través del desarrollo y coordinación de políticas de activación regionales y de la mejora en su monitoreo y evaluación.