Su predecesor tuvo que dejar el cargo por cumplir la edad límite de la ‘juventud empresarial’ (40 años) y a Óscar Gil le ha tocado asumir el relevo tras varios años como segundo de a bordo de los dos últimos presidentes de AJE. Confiesa que es una mente inquieta, que siempre está dando vuelta a nuevas ideas y destaca sobre todo de la labor que lleva a cabo su asociación la posibilidad de intercambiar experiencias y la red de contactos que procura a los emprendedores. 

Ya sabe a lo que se enfrenta porque usted formaba parte de la Junta Directiva, pero ahora pasa a encabezarla en un mal momento para los empresarios y especialmente para los jóvenes.

Bueno, por un lado sí, pero como llevamos ya un tiempo con la crisis la gente ya empieza a ver el emprender como una alternativa real al paro, a la falta de oposiciones o a no tener salidas. Pero hay que estar convencido y la gente debe saber que esto no es un camino de rosas, porque hay que tener las cosas muy claras y un proyecto bien hecho.

¿Qué ha aprendido de sus predecesores?

Tanto Román Cantero como Santiago Serna han sido dos muy buenos presidentes, sobre todo a la hora de comunicarse con la gente y canalizar la idea que ellos tenían de AJE, espero tener el tesón que ellos tuvieron e intentar siempre apoyar al emprendedor con los medios que tenemos. 

¿Cuál es el objetivo que se marca para su asociación?

Nosotros tenemos dos ramas. Una es para la asesoría de emprendedores gracias al convenio que tenemos con el Ayuntamiento de Burgos para ayudar a desarrollar ideas de negocio. Y por otro lado, el trato con nuestros asociados para los que intentamos organizar actividades, cenas coloquio y otros actos de información. Queremos además reforzar nuestra difusión pública.

¿Dará un tono de continuidad a su mandato o quiere incorporar algo distinto?

Será un camino de continuidad, pero hay que dar un relevo y proponer cosas nuevas. Tengo varias ideas que aún ni he tratado con la Junta Directiva, una de ellas puede ser la configuración de una especie de ‘Tribunal AJE’ para valorar proyectos que nos presenten jóvenes emprendedores y darle nuestra opinión final.

¿Están aún peor los autónomos que los empleados?

Los autónomos están bastante mal, pero en nuestro caso no tenemos otra alternativa que agachar la cabeza y seguir como sea, porque los dineros te están pisando y no tienes paro u otras coberturas que te puedan dar ese parón, ese respiro o ese margen de reflexión.

¿Qué es lo más difícil en el arranque de un proyecto?

Más que el arranque, el miedo está incluso antes, en el momento de concepción del negocio. Porque todo el mundo a lo largo de su vida ha tenido dos o tres ideas que les parecen tremendas de buenas pero que nunca se lanzan. Seguro que han pensado: «Con esto me forro», pero al final no son capaces porque les paraliza el miedo. Se creen que montar un negocio es de gente rica y en mi caso desde luego no fue así. Empecé poco a poco, con mi crédito, tirando, tirando... Lo que hay que hacer con esas ideas es plasmarlas. Coger un papelito y ponerlas por escrito para ver si son factibles o no, con escenarios pesimistas y optimistas. Y si no consigues terminar ese papel es que la idea no funciona. 

¿El crédito empieza a fluir?

En los últimos meses parece que algo más se mueve. Hay bancos que incluso empiezan a llamarte de nuevo por si te interesa algo, algo que durante los últimos años no ha ocurrido. Otra cosa imagino que sería darte el crédito. Espero que pase un poco más el tiempo y al final sea verdad que el dinero llegue a la gente y a las empresa.

¿Cuáles son sus principales reivindicaciones ante la administración?

Que continúen ofreciendo servicios al emprendedor y que nos ayuden a dar difusión con su apoyo institucional a los servicios que ya tenemos. Quizás un pequeño listado sería suficiente, o una agenda de eventos.

¿Se ha solucionado el problema de la morosidad de las instituciones públicas?

Nosotros no solemos trabajar con la administración, pero desde luego cuanto antes se pague mucho mejor.

¿Recomienda emprender incluso a quien lo esté barajando casi por desesperación?

Sí, pero con lo que comentaba anteriormente. Con las cosas muy claras y un proyecto apoyando detrás. Parece fácil hasta montar un bar, pero no lo es. ¿Cuánto vale el café, el azúcar, el agua, la electricidad, los proveedores? ¿A cuánto cobro ese café? ¿Cómo amortizo el local o la reforma? Cuando montas una empresa ya aprendes para las siguientes y te organizas, pero al principio es difícil.

¿Y cómo aprender la primera vez?

Pues como todo. Ensayo y error. Hay que hacer muchos estudios de mercado, preguntar a todo el mundo que puedas... Hay que ‘culebrear’ hasta encontrar lo que uno quiere. Y equivocarse mucho.

¿Cree que hay sobredosis de eventos para emprendedores?

No lo creo. Además, suele haber bastante afluencia, así que se ve que a la gente le interesa. Porque hay muchos temas de los que hablar.

¿No están al final siempre los mismos?

Bueno, en Burgos al final muchos nos conocemos, pero hay gente muy válida que puede poner su granito de arena y echar una mano a los emprendedores. Iniciador, por ejemplo, está apoyado por AJE. Allí van empresarios de cierto nivel y con una experiencia que nos cuentan su trayectoria y es un evento abierto que acaba con un ‘networking’.

¿Qué es lo que más puede aprender un joven empresario de uno veterano?

Esa experiencia que nos falta. Tenemos tesón, ganas e ilusión y todo al final se vence, pero preguntar a la gente que ya ha aprendido a hacer algo siempre está mejor que no hacerlo y caerte. 

¿Cuál suele ser la enseñanza más repetida de esos ponentes?

Cada uno tiene su forma de ver las cosas y algunos han podido salir de errores. A otros les ha ido bien de primeras... Todos los caminos pueden enseñarnos algo.

¿Algo que se le haya quedado grabado de esas charlas?

Que muchas empresas se pueden sacar adelante fijándose en experiencias previas. Que esto de montar empresas es mucho de copia y un poco de pega para darle tu toque personal.

¿En Burgos hay un caldo de cultivo especial para el emprendimiento?

Siempre se ha dicho eso, que es una ciudad de emprendedores. Los eventos desde luego son participativos y tienen una buena asistencia. Estar en una ciudad industrial ofrece más posibilidades para ofrecer servicios a otras empresas.

¿Cómo ayudan las nuevas tecnologías al emprendimiento?

Han cambiado totalmente la manera de plantearse una empresa, porque desde su partida puede buscar un mercado global.Sobre todo los que vendan productos, pueden hacerlo en cualquier parte del mundo.

¿Ayudan a la implantación de empresas locales, que de otro modo se habrían marchado a las grandes ciudades?

Desde luego internet te abre las puertas de todo el mundo y da igual donde tengas tu empresa. Pero dependerá mucho de qué sector trabajes y si necesitas estar cerca de otros negocios o hacer contactos.

¿Qué tal funciona la experiencia del vivero de empresas de AJE?

Bien. Está pensado para que estén allí dos años y que luego puedan ‘volar’ solos, pero además del espacio los tutelamos y le damos apoyos en todos los sentidos.

¿Está ayudando la reforma laboral a crear empleo?

Yo creo que sí. Ha dado más libertad al empresario para contratar y poder desprenderte de los trabajadores cuando sea necesario. Todavía tarda en dar sus frutos, pero será positivo y dará más dinamismo. Hay que cambiar el chip de quien antes pensaba que toda su vida iba a trabajar en el mismo sitio. Por eso animo a todo el mundo a que monte su empresa. Porque incluso siendo autónomo será más fácil que encuentre empleo repartiéndolo entre varias empresas.

¿Por qué es tan importante agilizar la burocracia y los tiempos de creación de una empresa?

Porque el tiempo es oro, y todo ese tiempo que uno tarda en montar la empresa se puede aprovechar para la propia empresa. Muchas veces por el local, la licencia... Te están cortando las alas así de primeras y cuando tu economía no está preparada para aguantar.

¿Están empezando a volver a contratar las empresas de AJE, si es que ven los famosos ‘brotes verdes’?

No sé si estamos contratando, pero al menos se mantiene la plantilla. En general las empresas de AJE no tienden a despedir y al menos tienen optimismo, intentan llenarse de energía positiva para hacer su trabajo.

Lo malo es que el optimismo no da dinero...

No, pero al optimismo hay que sumarle la constancia, y desde luego lo que no da resultado nunca es el pesimismo. Hay que juntarse con gente positiva, luchar por lo que quieres. Y yo sería incapaz de trabajar en algo que no me gusta por muy bien que me pagaran. Así me marchitaría

¿Qué ha pasado con la polémica marcha de Fidel López, empresario de Juarreño?

No quiero entrar más en ese asunto. Me remito a lo que dijo la asociación cuando conocimos su malestar, y es que todos los asociados tienen derecho a encabezar una candidatura si así lo hubiera querido y que a todos los socios se los trata por igual.