Aumentan un 12,6% este verano los usuarios del MEH

DB / Burgos
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Entre visitantes a la exposición permanente y participantes en las diferentes actividades que propone, el Museo de la Evolución Humana ha registrado 97.398 entradas

El Museo de la Evolución Humana (MEH) ha registrado durante los meses de junio, julio y agosto un 12,6% más de usuarios que en el mismo periodo de 2014. Entre las personas que accedieron a sus instalaciones a contemplar la exposición permanente de los hallazgos de la Sierra de Atapuerca y aquellas que lo hicieron para participar en alguna de las múltiples actividades culturales que propone a la ciudad se contabilizaron 97.398  mientras que el año pasado fueron 86.475.

En los tres meses siempre han superado en número los participantes en actividades a los visitantes de la muestra. Así, agosto -que fue el más concurrido- registró 19.843 personas en la exposición y 20.813 en las actuaciones y otras propuestas; julio, 12.526 y 21.131, respectivamente, y junio, 10.411 y 12.674, según datos ofrecidos por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.

Esta misma entidad ha aportado cifras sobre los visitantes contabilizados en este mismo periodo de tiempo en el Centro de Acceso a los Yacimientos (CAYAC) y los yacimientos propiamente dichos y fueron 34.341 con agosto claramente a la cabeza (18.125), seguido de julio (8.371) y junio (7.845). Este dato - que se aporta desde abril de 2015- supone un aumento de más del 56% con respecto al año pasado. Por lo que respecta al CAREX (Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca), registró este verano 37.875 visitantes.

El centro de recepción de visitantes y el parque arqueológico se convirtieron a finales de marzo de este año en una sola entidad, el CAREX, razón por la cual solo hay datos desde abril. El CAYAC, por su parte, añadió, también en las mismas fechas, un espacio expositivo sobre la historia y naturaleza de la sierra y una colección de fósiles originales.

El Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca ofrece un recorrido por diez hitos de la evolución humana -en el interior del edificio- y un paseo al aire libre por el entorno en el que habitaron el hombre y la mujer de Atapuerca.

El visitante encuentra en esta propuesta zonas interactivas donde puede practicar la talla lítica, producir herramientas, curtir pieles, reconocer las huellas de su uso al microscopio, conocer técnicas para hacer fuego, visitar refugios nómadas y sedentarios, modelar cerámica, tejer trenzados o tocar una flauta como las que existían en ese mismo lugar hace 30.000 años.