Cómo dar fuerte sin violencia

H.J. | Burgos
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Democracia Real Ya y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca enseñan técnicas de acción no violenta aplicables a manifestaciones, concentraciones e iniciativas para parar desahucios

No violencia activa - Foto: DB/Ángel Ayala

Protestar no es lo mismo que armarla. Luchar no es lo mismo que utilizar piedras, puños o palos. Y puede ser más efectivo un posicionamiento pacífico que otro que use la fuerza para conseguir objetivos políticos o sociales. Pero para todo hay una técnica, y también para la acción no violenta.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Democracia Real Ya han organizado para este fin de semana un taller de ejercicios y dinámicas para la profundización teórica y práctica en la acción no violenta. Maestros como Gandhi o Martin Luther King mostraron el camino que luego continuaron en la Europa del Este o Filipinas y ahora se trata de ponerlo en práctica en la España de 2012 acechada por la crisis.

Rodrigo del Pozo, de la Plataforma, explicaba que «hay un concepto erróneo en torno a una especie de pasividad» con la que se confunde a la no violencia. «Pero en realidad es un combate, es más exigente, más combativo e incluso más eficaz una acción directa en clave de no violencia que caer en la espiral de la respuesta ante las agresiones que estamos sufriendo», explicaba.

El objetivo es sembrar para el futuro. Preparar tácticas y estrategias para sumar fuerzas y formar grupos de acción no violenta que continúen la formación y vayan haciendo pequeñas acciones. Porque la situación tiene pinta de exigir nuevas manifestaciones, más protestas y organización para parar desahucios. El 15-M ha asumido la no violencia, pero carece de técnicas para aplicarla.

La actitud pacifista, además, «trata de poner en evidencia la injusticia de la que se está recibiendo, y la línea de la desobediencia civil pasa por que los militantes asumen recibir el castigo, la represión, como forma de evidenciar quién es el opresor y dónde está la verdad y la postura moral», continúa Del Pozo.

Por su parte Marco Antonio Manjón, de Democracia Real Ya, recuerda que «uno de los objetivos fundamentales de la lucha no violenta es conseguir que la verdad que se pretende denunciar no se difumine y desaparezca del primer plano». Saben que uso de la violencia hace perder la autoridad moral y los medios de comunicación acabarán destacando los hechos violentos sobre las razones últimas de cualquier protesta, así que deben cuidar mucho el entrenamiento y preparación necesarios para actuar en cada caso. La debilitación del oponente a través del boicot, la huelga de no consumo, la no colaboración, la difusión y la estrategia del diálogo con el opresor, «sabiendo por ejemplo que el enemigo no es la Policía sino que tras ella hay poderes que es a los que tenemos que llegar» son algunas de estas estrategias.

Para aprenderlas hay que hacer además un trabajo mental y un aprendizaje del trabajo en equipo que comienza desde el debate de ideas en una reunión o una asamblea. Una pelota en medio de una sábana y cuatro personas que deben lanzarla al aire sin que se salga de la tela basta para escenificarlo. Cada uno de ellos tratará de salvar su esquina, su posición, hasta que se den cuenta de que solo escuchando al otro, aprendiendo a tirar a la vez para evitar disfunciones, podrán hacerla volar sin que se caiga. Y así con tantas cosas en la vida.