Inician la rescisión de las concesiones del Mercado Norte que superen 2016

Á.M. / Burgos
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La apertura de los expedientes de resolución «no significa su ejecución» pero es la única vía que tiene Comercio para calcular el coste de las indemnizaciones en el supuesto de rescate

Imagen de archivo de la primera planta del Mercado actual. - Foto: Christian Castrillo

Comercio obligará a los concesionarios del Mercado Norte a aportar a los datos para calcular cuánto costaría el rescate de los puestos en el caso de que no llegar a un acuerdo para la ejecución del proyecto de demolición y construcción de unas nuevas instalaciones.Y lo hará mediante la apertura de expedientes de resolución de los contratos que se prolonguen más allá de 2016, la única vía que tiene para conseguir calcular las indemnizaciones una vez que los comerciantes no han aportado los números solicitados voluntariamente.
«Eso no significa que se vaya a ejecutar la rescisión, pero queremos saber a qué nos enfrentamos», explica la responsable de Comercio, Carolina Blasco. Lo que quiere saber Blasco, para ponderarlo con el resto de consecuencias de seguir adelante, es cuánto habría que pagar para zanjar las indemnizaciones a los comerciantes. «La indeterminación sobre esta cuantía afecta al estudio de viabilidad y la única forma de conocerla que tenemos es esta», añade la edil. 
En agosto se cursó una circular, en la que se daba 10 días a los negocios para presentar las «declaraciones de IRPF, IVA, libros oficiales de contabilidad y cualquier otro documento oficial que justifique los beneficios de su actividad durante los ejercicios 2011, 12 y 13», según detallaba el escrito. Pero no se han conseguido.
Además, se va a pedir a los concesionarios que estén interesados en seguir trabajando en el futuro Espacio Norte que lo comuniquen a efectos de diseñar el mercado provisional que se instalaría en la plaza de España mientras duren las obras. Al igual que en el caso anterior, Comercio considera que es necesario establecer cálculos fiables sobre la inversión a afrontar (que pagaría la ciudad) en el supuesto de que siga adelante el proyecto. Además, Blasco defiende que no cabría la obligación de indemnizar a aquellos que opten por continuar en el nuevo mercado, que tal y como está planteado por Kater, sería explotado nuevamente por el Ayuntamiento a cambio de un canon anual a percibir por la empresa de 400.000 euros anuales. A cambio, la promotora ofrece la construcción de un edificio de 14 millones cuya planta baja estaría consagrada únicamente a la actividad minorista, reservándose el derecho a explotar el resto de locales resultantes.
Además, se han emitido ya los informes que permitirán contratar a la UBU (9.700 euros) para estudiar la situación de las estructuras y las reparaciones a acometer en el mercado actual, por un lado, y el coste que tendría para la ciudad aceptar la propuesta de Kater.
 
Urbanización exterior. Otra decisión que Blasco tiene tomada, siempre y cuando el supuesto sea definitivamente el de seguir adelante con la concesión, es la de desvincular la urbanización del entorno del futuro nuevo mercado del proyecto referido exclusivamente al edificio. La plaza de Hortelanos (fundamentalmente) constituye el último gran punto negro del centro histórico y siempre se ha vinculado la intervención en el Mercado a la de mejorar su sombra urbana. Esa decisión implicaría que el Ayuntamiento pague las obras de regeneración exterior, pero también «obligaría a la promotora a mejorar su oferta, fundamentalmente reduciendo el canon que pide a la ciudad» y que, posteriormente, podría repercutir total o parcialmente sobre los comerciantes.