Sin descanso. Las empresas a las que Campofrío encargó dejar impoluto el solar donde se calcinó la planta de la multinacional cárnica trabajan a un ritmo frenético y a contrarreloj para que  el próximo 16 de septiembre, dentro de solo 11 días, se pueda colocar la primera piedra de la nueva factoría. Tras haberse completado la fase de demolición de la vieja fábrica (apenas quedan algunos escombros amontonados en un lateral), la labor se centraba ayer en preparar la plataforma para que, de forma inmediata, arranque la cimentación de la que ya se denomina como la Nueva Bureba.

A primera hora de la mañana una grúa descargaba de dos grandes camiones los pilotes que se clavarán en el suelo para la cimentación. Un reventón de la rueda de un góndola que trasladaba la máquina de gran tonelaje que los debe incrustar en el suelo, tal y como relataba uno de los empleados, retrasaba su llegada algunas horas. Ya a primera de hora de la tarde, tras serle incorporado una especie de martillo gigante para incrustar los pilotes, se encontraba preparada sobre la plataforma para empezar a trabajar.

De forma casi simultánea a estos trabajos, en el registro del Ayuntamiento la empresa  presentaba el proyecto de ejecución que, tras su aprobación, supondrá la autorización para el inicio de las obras. No obstante, la concejala de Licencias, Ana Bernabé, explicó que Campofrío dispone de un permiso para poder realizar el movimiento de tierras y para ejecutar los trabajos previos. Este martes se aprobará en comisión el proyecto básico.

En la planta de la Bureba el trajín de camiones que salían y entraban de la factoría era constante durante toda la mañana. Más de una veintena de vehículos trabajaban de forma simultánea en el interior del solar. En las oficinas de la multinacional cárnica que lindan con la parcela se mantenían varias reuniones de seguimiento de las obras con representantes de las empresas que están trabajando en el lugar.

Varias apisonadoras se encargaban de nivelar la plataforma en la que, una vez colocados los pilotes, se depositará una nueva capa de hormigón. Y ya lo que quede allí será ya el suelo de la futura planta.

Más alejados de la plataforma los camiones descargaban y repartían el hormigón que tres grandes molinos repartidos por el solar han reciclado en los últimas semanas. Se trata de restos de la antigua fábrica que, tras ser tratados, se aprovecharán para la construcción de La Nueva Bureba.

La empresa, que invertirá 216 millones de euros en la construcción de la nueva planta, presentó a principios de agosto una modificación del proyecto básico que había entregado en abril y cuya principal novedad era la construcción de una planta subterránea que acogerá 250 plazas de aparcamiento. Con los que habrá en superficie se llegará a las 474.

El Consistorio propuso a la factoría que la autorización de la ejecución de las obras se realice por fases para que no sea necesario esperar a que esté revisado todo el proyecto de ejecución y que se puedan anticipar al máximo el inicio de los trabajos.

La meta de 2016

El objetivo de Campofrío es poder inaugurar la planta a finales del año 2016. La nueva factoría ocupará una superficie de 78.000 metros cuadrados y tendrá una capacidad de producción de 101.400 toneladas al año de productos cocidos, fiambres y curados. En el primer año en funcionamiento, la multinacional espera que se puedan alcanzar ya las 82.600.