Son más de 15 años los que se lleva litigando por la morcilla de Burgos, sobre si debe ser una marca protegida o un producto genérico. Los defensores y detractores de la IGP (Indicación Geográfica Protegida) son fabricantes burgaleses con visiones enfrentadas. Es tanto lo que les separa, que el proceso judicial ha llegado hasta el Tribunal Constitucional. El órgano que defiende el cumplimiento de la Carta Magna tiene desde enero el recurso presentado por quienes defienden que la morcilla de arroz se fabrique sin el distintivo de calidad que indica que es un producto exclusivo 'de Burgos'.Hasta que este órgano no se pronuncie el conflicto seguirá en el aire.