Atapuerca, un yacimiento en tesis

C.M. / Burgos
-

Laura Rodríguez, Rebeca García y Elena Santos culminan este curso sus respectivos trabajos doctorales, vinculados a fósiles de la Sima de los Huesos y a los que han dedicado 7 años

De izda. a dcha., Laura Rodríguez (que lee hoy su tesis doctoral), Rebeca García y Elena Santos. - Foto: Valdivielso

Laura Rodríguez, Rebeca García y Elena Santos tienen en común haber dedicado más de siete años de sus vidas a la tesis doctoral. Hasta aquí nada fuera de lo común a muchos titulados que deciden hacer carrera investigadora, sin embargo todas ellas han elegido los fósiles de Atapuerca para elaborar sus estudios y la Universidad de Burgos para su lectura. De este modo, antes de fin de año se habrán leído en la institución académica tres tesis relacionadas con los yacimientos burgaleses de fama mundial.

Hasta llegar a la meta han tenido que realizar una auténtica carrera de fondo, plagada de obstáculos y dependiendo de becas o de sus familias, que en numerosas ocasiones han estado a punto de abandonar si no hubiera sido por sus directores, José Miguel Carretero, Juan Luis Arsuaga y Nuria García.

Laura Rodríguez leerá hoy su tesis titulada Estudio biomecánico de los huesos largos del esqueleto pendicular de los homínidos del Pleistoceno Medio de la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca). Implicaciones paleobiológicas y filogenéticos, que han dirigido Arsuaga y Carretero. Tras este largo título hay miles de horas de investigaciones de campo, de análisis en el laboratorio y de ordenador, que culminarán hoy cuando sea evaluada por un tribunal. Llegó a Burgos en 2002 tras estudiar Biológicas en Oviedo para trabajar  como antropóloga de campo a las excavaciones que se hicieron en el antiguo convento de San Pablo (solar de Caballería) antes de levantarse el Complejo de la Evolución Humana, aunque un año antes había excavado en Atapuerca.

 El contacto con los restos de esqueletos le sirvió para saber por dónde encauzar su tesis doctoral. Durante tres años contó para su investigación con una beca de la Fundación Siglo y otra de cuatro de la Fundación Atapuerca, pero reconoce la complejidad para sacar adelante un trabajo de estas características. «Es una carrera de fondo con muchos nervios. Hay momentos que no sabes por dónde vas, pero siempre tienes a alguien a tu lado porque solo no puedes. Tienes que ir aumentando las muestras con nuevos descubrimientos de los fósiles y llega un momento que no puedes incorporar más», apuntó.

Rodríguez se ha centrado en el estudio interno de los huesos largos (brazos y piernas) de los fósiles humanos encontrados en la Sima de los Huesos, el yacimiento mejor conservado del mundo. Gracias a sus investigaciones sabemos que nuestros antepasados de hace 450.000 años pertenecientes a la especie Homo heidelbergensis eran más eficaces con el brazo estirado que los humanos actuales, pero en el caso de las mujeres la eficacia es similar. «Eran más eficaces que nosotros para todo lo relacionado con el lanzamiento», apuntó.

También nuestros antepasados tenían proporciones de brazos y piernas similares a las nuestras. «Son más anchos corporalmente, pero los brazos y las piernas los tenían igual de largos que nosotros».

Carrera vocacional

La trayectoria investigadora de Rebeca García ha discurrido muy paralela a la de Laura Rodríguez. También llegó de Oviedo, tras estudiar Biológicas, a las excavaciones de Caballería y decidió hacer su tesis doctoral en la UBU de la mano de José Miguel Carretero y Juan Luis Arsuaga bajo el título Estudio comparativo de los patrones de crecimiento y desarrollo corporal en humanos actuales y fósiles a partir de los huesos largos de la Sima de los Huesos, que leerá en diciembre.

De 2007 a 2009 logró una beca de la Fundación Atapuerca, pero posteriormente tuvo la suerte de incorporarse como profesora ayudante no doctora al Departamento de Ciencias Históricas y Geografía de la UBU, contrato que finalizará en septiembre de 2014, lo que le ha dado estabilidad económica. «Es una gran tranquilidad contar con este contrato, aunque lógicamente te resta tiempo para la investigación pero te sirve para adquirir una experiencia docente, que me encanta», subrayó.

Rebeca García asegura que la investigación es totalmente vocacional, aunque reconoce que hay momentos de flaqueza. «Lo más difícil es la recta final, cuando estás acabando de redactar la tesis. Es como una maratón y cuando llevas muchos kilómetros tienes que esprintar, pero las fuerzas están mermadas».

Sus estudios ha permitido elaborar un patrón para conocer el crecimiento y desarrollo humanos a través de comparativas de restos de dientes de la Sima de los Huesos, de neandertales y humanos actuales e interpretando las fuentes de variabilidad que afectan a ese crecimiento (factores ambientales o genéticos). «Hemos llegado a la conclusión de que existen diferencias entre la forma de crecer de los neandertales y los homínidos de la Sima de los Huesos y los humanos actuales, que se traducen en una distinta morfología en los adultos como en una distinta biología. Los neandertales crecían más rápido. Es el punto inicial a una serie de investigaciones posteriores», subrayó.

La evolución de los osos

Finalmente, Elena Santos estudio Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid y llegó a Burgos gracias a un convenio entre el INEM y la UBU para hacer colecciones comparativas de fósiles, pero decidió quedarse. A diferencia de sus compañeras, ha centrado su investigación en los animales, lo que se ha traducido en la tesis titulada Estudio de las cavidades endocraniales de los osos de la Sierra de Atapuerca y otros yacimientos contemporáneos. Patrones evolutivos e implicaciones biocronológicas, que han dirigido Nuria García y José Miguel Carrero.

Asegura que ha tardado mucho en su elaboración porque, tras concluir una beca de la Fundación Siglo y un trabajo como técnico de apoyo de la UBU, se quedó sin nada y tuvo que compaginar la investigación con otros empleos. «Mis becas han sido la Fundación Siglo y mis padres, pero he tenido la suerte de hacer lo que me llena. Reconozco que he tenido momentos duros, pero ha merecido la pena. Además, he tenido un gran apoyo de José Miguel Carretero, Nuria García y Juan Luis Arsuaga».

Elena Santos ha realizado un minucioso análisis mediante técnicas de tomografía axial computerizada (TAC) de restos fósiles de diferentes especies de osos para conocer más sobre la línea evolutiva del oso de las cavernas. No se sabe muy bien su origen y he intentado ver cómo han ido evolucionando los huesos del cráneo. Gracias a la tesis, teniendo un trozo de cráneo, se sabrá a qué tipo de especie pertenece y su cronología», apuntó la investigadora.