La titular de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, manifestó ayer que no descarta recurrir al Fondo de Reserva de la Seguridad Social en caso de que sea preciso para pagar las pensiones, aunque preferiría no tener que tocar la hucha.
Valerio recordó que el Fondo de Pensiones finalizó 2017 con un montante de 8.085 millones de euros y que para pagar la extra de junio a los jubilados y subsidiarios se tuvo que echar mano de parte del préstamo que el Tesoro Público concedió a la Tesorería General de la Seguridad Social.
De ese crédito, que superó los 13.000 millones de euros, restan aún algo más 6.000 millones. Esa cantidad no bastaría para pagar una extra o una nómina mensual si se tiene en cuenta que solo en el pasado junio se superaron por primera vez los 9.000 millones de euros de gasto en esta partida.
«A mí me encantaría no tener que tocar el Fondo de Reserva pero quiero ser prudente. Vamos a ver cómo va evolucionando la recaudación de cuotas de aquí a final de año. Si tenemos que sacar algo, tendremos que sacarlo, porque los pensionistas tienen derecho a cobrar sus pagas extraordinarias».
La ministra declaró que, de momento, los ingresos por cotizaciones sociales están teniendo una evolución positiva, con un crecimiento mensual superior al 5%, y reclamó prudencia para ver cómo evolucionan las cuentas del sistema en los próximos meses.
En cualquier caso, la titular de Trabajo defendió la necesidad de que la recaudación «vaya a más», razón por la que el Gobierno se ha planteó los nuevos impuestos de Pedro Sánchez como el de la banca que, «aunque no resuelven el déficit al 100%», contribuyen a inyectar liquidez en la caja de pensiones.
Otras medidas ya avanzadas por Valerio para elevar los ingresos del Estado pasan por impulsar el empleo de calidad y los salarios; sacar fuera del presupuesto de la Seguridad Social las tarifas planas y las bonificaciones de cuotas, y reordenar los gastos del sistema, para que los relacionados con su gestión pasen a depender de los Presupuestos del Estado.