Ana Sedano, coordinadora de la Fundación Secretariado Gitano en Burgos, es una firme defensora de los pasos hacia adelante que la comunidad gitana de Burgos ha dado en las últimas décadas y está convencida de que buena parte de ellos tienen que ver con la integración laboral, que en la mayoría de los casos ha llegado de la mano de una buena formación. Por eso, sigue empeñada y poniendo todo su esuferzo en que, sobre todo los más jóvenes, no dejen de estudiar a edades tempranas y en que aquellos que hayan abandonado los libros  los recuperen de cualquier forma porque, a su juicio, es la única manera de asegurarse un empleo y, con él, una buena integración social. Siguiendo esta línea, que comparte toda la entidad, este año la Fundación se incorporó al programa ‘Formatéate con Garantía’, en el que han participado 5 chicas y 5 chicos entre 18 y 30 años, tres de los cuales han encontrado un empleo (en Cortefiel, Alcampo y Ceislabur)que les durará, de momento, todo el verano.
Esta iniciativa, financiada por el Fondo Social Europeo, el Ministerio de Trabajo (a través del Programa Operativo de Empleo Joven) y la Obra Social la Caixa, estaba destinada a personas jóvenes sin formación previa, poca cualificación profesional y en paro, y su desarrollo ha sido calificado como muy exitoso por parte de los responsables de su ejecución, no solo por la consecución de tres puestos de trabajo sino por las alas que les ha dado a todos los participantes en el sentido de entender lo importante que resulta formarse.
Jennifer Jiménez, de 25 años, y Jesús Gabarri, de 21, son dos de los tres afortunados que se han quedado en el trabajo después de haber hecho las prácticas, por lo que están encantados. En el primer caso, se trata de la pescadería de Alcampo y en el segundo de la tienda de ropa Cortefiel. Las clases que recibieron estaban destinadas de forma específica a la atención al cliente en el comercio y ambos han recibido el visto bueno de sus superiores hasta el punto de querer contar con ellos para su equipo. «Yo siempre quise hacer las prácticas en Alcampo y con producto fresco porque mi hermana hizo ese mismo trabajo y me parecía que estaba muy bien, por lo que estoy muy contenta de que me pusieran en la pescadería. El primer día iba muy nerviosa y la responsable me dijo que si en cinco días veía que me desenvolvía bien iba a contar conmigo». Y así ha sido. Jennifer tiene trabajo hasta septiembre. En este punto, Ana Sedano llama la atención  sobre lo importante que es para las personas gitanas jóvenes tener referentes que les hayan precedido en el empleo, como en el caso de Jennifer con su hermana: «Es trascendental para ellos ver en su entorno a otros jóvenes con inquietudes y con ganas de trabajar»...

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