«Voy a ver lo que mis compañeros requieren de mí: si ellos me lo piden, pues haré un esfuerzo adicional». Esas palabras de José Antonio Ortega Lara, pronunciadas durante la presentación de su Ejecutiva provincial el pasado mes de enero, desvelaron que el ex funcionario de prisiones que sufrió el secuestro más largo de ETA podría haber cambiado su opinión inicial de no protagonizar los puestos de salida de ninguna candidatura, y así ha sido.

Este jueves se celebró una reunión en la que se impulsó el proyecto político de VOX para Burgos y se pulieron las listas con las que la formación concurrirá a los comicios tanto locales como regionales el 24 de mayo. No obstante, en VOX son escrupulosos con el cumplimiento de los procesos y todavía están pendientes de confirmar los candidatos en primarias, que deben ser refrendados por la Dirección nacional.

La intención es culminar ese proceso durante la segunda semana de marzo, y entonces se harán públicos los nombres. Lo que ya es seguro es que Ortega Lara sí se presentará a las elecciones municipales por Burgos, aunque se está despejando si finalmente ocupará el número uno (es la previsión) o si cederá ese protagonismo a otros afiliados y se sitúa en el número dos o tres, pero no más atrás.

En ese inicio de lista también es casi seguro que estará el secretario provincial de VOX, Javier Martínez, mientras que en el caso del presidente, Santiago Saiz, todo indica que será quien encabece la propuesta a las elecciones regionales. Y, por cierto, no está descartada la posibilidad de que Ortega también esté presente en esa lista, ya que los estatutos del Partido lo permiten. Eso sí, en ese caso sería más un apoyo a la apuesta electoral que un intento firme por obtener representación política en una administración.

En el Partido no niegan, ni lo han hecho nunca, que Ortega es un baluarte ‘social’ de su proyecto y que es la persona que mejor resultado podría obtener en unas urnas, especialmente en las de su ciudad. De ahí que él haya apartado los motivos personales que hasta la fecha le han mantenido alejado de las papeletas electorales y haya aceptado implicarse en defensa de las siglas que ayudó a fundar.

VOX ya enseñó sus credenciales en las elecciones europeas de 2014, en las que apenas cuatro meses después de su fundación cosechó más de 3.000 votos en la capital. Si la presencia de Ortega lograra doblar esa cantidad de apoyos, obtendría dos concejales en el Ayuntamiento de Burgos, algo tan cierto como que si no se aproxima a los 5.000 votos se quedaría fuera del salón de plenos.

El objetivo electoral que se ha marcado VOX en las próximas elecciones es lograr un millón de votos en todo el territorio nacional, lo que supondría multiplicar por cuatro el respaldo que obtuvo en los comicios europeos.