El extraño agosto de los comercios

C. Berges / Burgos
-

Algunos negocios reciben al turismo de la capital para sobrevivir este mes, pero a otros este hecho no les repercute porque su perfil de negocio no encaja entre los visitantes

Este año es habitual encontrarse por el centro grupos de turistas. Está siendo un año en el que este sector está dando muy buenos resultados en este ámbito, tanto es así que trae buenas noticias a la capital.

Unos de los que más se están beneficiando son los comercios del centro de Burgos, ya que tal y como se contaba el miércoles en este mismo diario, fueron los visitantes y no los vecinos los que han consumido en estos meses de verano.  «Ha habido muchos turistas, que se han convertido en los principales consumidores de julio y agosto, ya que parece que los burgaleses han salido más fuera», contaba Belén Marticonena, responsable de las asociaciones decomerciantes del casco histórico y la zona sur

Pero, ¿todas las tiendas han disfrutado de tal privilegio? Depende del perfil del negocio en cuestión. Hay disparidad de opiniones, como por ejemplo la de Elena Pérez, propietaria de ‘El Taller de las Cuentas’, que explica que «en verano cierro los lunes y los sábados; sí que puedo perder ventas pero la vida del autónomo es dura y no me renta, tampoco son unas ventas constantes como para abrir en horario normal; es cierto que me comentan que hay mucho turista por esta zona pero no es relevante porque este no es el tipo de tienda que buscan cuando están de paso».

En este comercio se ofrecen piezas de bisutería hechas a media con abalorios y a la carta. «Todo es muy personalizado y funciona por encargo», cuenta Pérez.

Otro caso similar es el de la Herboristería San Amaro. Este tipo de tienda encaja con los ciudadanos más asiduos a estos establecimientos. Por norma general, los turistas no se paran enfrente de un escaparate para comprar este tipo de artículos.

José Ignacio Martínez, responsable de este negocio, afirma que «hay menos ventas, bastantes en comparación con el resto del año porque la gente de la capital se va al pueblo a pasar sus días; por mi sí que reduciría los horarios; por ejemplo abrir sólo por la mañana sería lo ideal, pero nuestra clientela es fiel y si a alguien le viene mejor venir por la tarde se encuentra con el establecimiento cerrado; además, de ese modo, los trabajadores no podrían disfrutar como ellos quisieran de sus vacaciones porque ya tendrían todas las tardes libres del verano e igual quieren hacer un viaje o alguna actividad de más de un día».

Otra vertiente es la del caso de la tienda Smile. Es un pequeño comercio local que vende complementos y artículos de decoración. La gerente, Sara Valderas, cuenta que «yo no cierro porque hay mucho turista y eso hay que aprovecharlo; compran un montón y este año ha sido espectacular , nada que ver con otras temporadas anteriores; son muy curiosos y a este tipo de negocio sí que entran para mirar y a veces compran; por eso es por lo que no puedo dejar escapar esta oportunidad».

El comercio textil es sin duda lo que triunfa entre los viandantes que pasean por la ciudad. Las grandes cadenas de ropa, Inditex o Grupo Cortefiel, cierran sus puertas durante los sábados por la tarde en los meses verano de forma excepcional, por lo demás siguen mantiendo sus horarios habituales.

Pilar Vidal es una tienda de ropa de temporada sita en la calle San Juan. Una de sus trabajadoras, Noelia González, afirma que «se nota que nuestros clientes son todos de fuera; hay menos ventas y los que  consumen son turistas; mantenemos el mismo horario pero sí que es cierto que a partir del quince de agosto la gente ya no entra tanto al local, además ya no se pregunta por las rebajas, demandan prendas de nueva temporada».