Cirugía forestal en el río Cardeñadijo

Gadea G. Ubierna / Burgos
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Este cauce, que discurre en paralelo a la vía verde, es en el que más se están empleando las brigadas forestales este verano • Estaba en peores condiciones de lo que se pensaba

El río Cardeñadijo está flanqueado a lo largo de dos kilómetros por una arboleda de sauces blancos a la que los técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente califican de ‘auténtica superviviente’ porque es una de las más antiguas y valiosas de la capital -está incluida en el catálogo de árboles protegidos por el plan de urbanismo-, pero el aprovechamiento extremo de las tierras de cultivo anexas y algunas podas radicales la han convertido también en una de las más dañadas del municipio. De ahí que sanearla y ponerla a punto con mimo y cuidado fuera un objetivo prioritario para este verano, en el que las brigadas forestales municipales tenían encomendada la limpieza de más de seis kilómetros de este cauce, que entre la localidad que le da nombre y el parque Europa discurre en paralelo a la vía verde.

El Cardeñadijo fue el elegido para abrir la limpieza estival de cauces y hay cuarenta y dos personas sacando basura, ramas y maleza de las aguas, ahora muy bajas pero que en invierno llegan a desbordarse e incluso a cubrir tramos de la carretera que conduce a Cardeñadijo y Carcedo por los tapones que se forman en algunos puntos. Todos los integrantes de estas cuadrillas eran desempleados a quienes el Ayuntamiento contrató para este y otros trabajos mediante el programa de ayudas Ventel, dirigido a crear empleo y cofinanciado por la Junta. Antes de meterse a fondo con el Cardeñadijo, sacaron basura y vegetación invasora en diversos puntos del Molinar y, cuando acaben en el entorno de la vía verde, se desplazarán al tramo urbano del Vena (entre el centro de FP María Madre y Villímar), para limpiar y acondicionar los chopos del cauce. Un trabajo que a priori se prevé algo más sencillo que el desarrollado aguas arriba y abajo del Cardeñadijo, que se encontró en peores condiciones de lo estimado y ha requerido de detenimiento y tiempo para una suerte de cirugía forestal.

El punto más delicado ha sido la sauceda incluida en el catálogo de especies protegidas de Burgos, dado que se han tenido en cuenta las necesidades de cada ejemplar: la poda que para uno era insuficiente resultaba excesiva para el siguiente, otro exigía más delicadeza por tener hueco el tronco y más o menos ramas secas... En general, se ha tratado de eliminar las ramas deterioradas que podían acabar cayendo al río y atascarlo, al mismo tiempo que se les ayudaba a crecer y se les revalorizaba. Todo ello sin perder de vista el carácter silvestre de la arboleda y del cauce en general, en el que se han respetado otros ejemplares y arbustos autóctonos que se alimentan de su humedad, como el saúco o el espino albar.

La intervención no ha sido continua a lo largo de los seis kilómetros, sino que se dividió en once tramos y se focalizó en los puntos hidraúlicos más importantes, que por norma habitual son los puentes. El motivo es fácil de comprender: la basura y la maleza acumuladas atascan los ojos por los que deberían discurrir las aguas y, en el momento en el que sube el caudal, se produce un desbordamiento por la imposibilidad de desaguar correctamente. Una situación que, se supone, no se producirá el próximo invierno, dado que los miembros de las brigadas han sacado cantidad de vegetación, ahora amontonada en las inmediaciones de los sitios en los que se ha trabajado.

Una vez que se llegue al parque Europa, las brigadas forestales continuarán en el Vena y también en Fuentes Blancas, donde se dedicarán a retirar especies invasoras como la acacia o el ailanto, que se emplean con carácter ornamental en jardines públicos pero que pueden llegar a ser perjudiciales por la envergadura que adquieren.

El resto de intervenciones previstas para estas cuadrillas temporales (limpieza de otros arroyos y adecuación de caminos, entre otras cosas) tendrán que esperar a la próxima convocatoria del programa Ventel.