El paleolítico no está tan lejos

I.P. / Burgos
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Como anticipo al proyecto que creará en la comarca una reserva de bisontes, uros y caballos przewalski, ayer hubo una suelta de equinos salvajes en Salgüero y Quintanapalla

Hubo bastante expectación en Salgüero para ver la suelta de los caballos salvajes. - Foto: Ángel Ayala

Viendo ayer trotar por las tierras de Juarros a los caballos przewalski y encebro, bien parecía haberse detenido el tiempo a los pies de la Sierra de Atapuerca. Y es que este tipo de caballos salvajes son especies prehistóricas y de hecho, es posible disfrutar de ellos gracias a la recreación genética.

       Con la suelta de dos caballos przewalski en Salgüero de Juarros y otros 14 encebro en Quintanapalla se ponía ayer la primera piedra del ambicioso proyecto impulsado por la Junta de Juarros para esta zona: la creación de una reserva de bisontes, caballos salvajes y uros, que ocuparían una extensión, de inicio, de 1.400 hectáreas. Por lo pronto, los animales que ayer se soltaron, procedentes de Holanda, se quedarán por estas tierras una temporada, mientras se prepara el vallado que delimitará el perímetro de la reserva. Se calcula que hacia el verano, llegarán las manadas de Bisontes, estos desde Montaña, en EEUU, de caballos przewalski y de uros, las especies que en principio repoblarán la comarca. Con este proyecto se pretende impulsar el desarrollo  turístico de la zona y se espera que ya en el verano se puedan organizar safaris, sumando así otro atractivo más a los muchos que ya tiene la comarca ubicada en torno a los yacimientos de Atapuerca.

      Por otra parte, en el momento que haya una superpoblación de caballos y uros, comenzarán a sacrificarse algunos animales para comercializar su carne en los restaurante de la comarca y la capital, con el nombre de ‘carne del paleolítico’.