Todos los peritos niegan que Nabila fuera víctima de violencia de género

I. Elices / Burgos
-

Al relatar los supuestos malos tratos a manos de su marido «fue imprecisa, fría, incoherente, no entró en detalles e incurrió en contradicciones». «No dio signos de estrés postraumático»

Nabila, entre la letrada y el traductor. - Foto: DB/Luis López Araico

Ningún experto de los que examinó a Nabila A. tras ser detenida por el asesinato de su marido apreció  que la acusada fuera víctima de violencia de género durante su matrimonio. Es más, sugirieron que la joven se inventó que su marido la maltratara. Los médicos forenses que la exploraron físicamente no hallaron ninguna «secuela o lesión» que revelara que había sido agredida. Y del análisis de su historial clínico -desde que está en España ha sido vista por su médico de cabecera, ginecólogo, matrona, dermatólogo y psiquiatra- tampoco se infiere que sufriera ningún tipo de maltrato. Los forenses que la reconocieron y entrevistaron estando ya en prisión  expresaron su extrañeza por que ninguno de estos profesionales hallara síntoma alguno -físico o psíquico- en la imputada, lo que les hubiera obligado a poner el caso en conocimiento del juzgado. «Es prácticamente imposible que ningún facultativo se diera cuenta», sostuvieron.    

Estos peritos, que declararon ayer en la tercera sesión del juicio  que se sigue contra Nabila A., acusada de drogar e incendiar su casa de Melgosa para matar a su marido, Abdeleziz Bakkali, ‘Asís’, también le hicieron una entrevista personal de dos horas tres meses después de ser arrestada. Su relato sobre los presuntos malos tratos fue «confuso y poco preciso» e incurrió en «múltiples contradicciones».  Al referirse a los episodios de violencia vividos «hablaba con frialdad, sin aportar detalles». Tampoco mostró signos de «estrés postraumático», que es el diagnóstico más frecuente de las mujeres que padecen maltrato.

La perito que realizó el informe psicológico sobre su caso coincidía ayer con los forenses. En el relato de los hechos, Nabila A. «no fue coherente» y la experta no «encontró una relación entre lo que contaba (impreciso y sin entrar en detalles) y el estado anímico que proyectaba». Y puso un ejemplo. Al ser preguntada por el momento en que falleció su hijo de muerte súbita, «revivía aquello con una gran implicación emocional, llorando y aportando numerosa información». Pero al aludir a los malos tratos se mostraba fría.

Asimismo, los especialistas rechazaron que padeciera ningún trastorno mental, tan solo se refirieron a la depresión que aparecía en su historial clínico y que en marzo de 2010 comenzó a remitir. Asimismo, rechazaron que esa depresión (de origen endógeno) fuera consecuencia de los malos tratos, que lo que causan es «síndrome de estrés postraumático», una patología diferente.

Las pruebas a las que ha sido sometida en la cárcel no han revelado signos de trastornos de la personalidad ni de la alimentación ni insomnio. A la psicóloga en ningún momento le comenta que confesó el crimen por temor a la familia de su marido, según aseguró a preguntas de la acusación particular. «El miedo no interfería en su actividad», agregó.

La abogada de la defensa preguntó si era posible que una mujer de cultura árabe, retraída, que hubiera sufrido maltrato, se negara a declarar abiertamente sobre este padecimiento en concreto. Le contestaron que al hablar «sobre acontecimientos neutros o también emotivos -como la muerte de su hijo- Nabila respondió sin signos de frialdad, con emotividad, dando todo tipo de detalles». 

Además, tanto esta experta como la perito que realizó un informe social señalaron que de su relato no se deducía que viviera recluida durante su matrimonio.  Tuvo tres teléfonos móviles «y fue el marido el que la apuntó a clases de español». Sobre el esposo, tanto en Burgos Acoge como en la academia en que aprendía español afirmaron que ‘Asís’ quería a las niñas, que éstas, siempre que le veían, corrían a abrazarle.

La Fiscalía y la Acusación particular elevaron a definitivas sus conclusiones sobre el caso. Siguen pidiendo 19 años de cárcel (18 por delito de asesinato y otro por el incendio). La defensa solicitó la absolución por no ser Nabila responsable de los hechos. En caso de que el jurado la considere culpable de haber provocado el incendio, solicita de manera subsidiaria que la Audiencia considere dos eximentes, de estado de necesidad y miedo insuperable.