Cuando acceden a la Universidad de Burgos lo hacen con una nota media de 6,08, mientras que su expediente llega al 7,07 cuando se gradúan. Eso en términos generales, porque las diferencias entre calificaciones son más significativas si estas se analizan por titulaciones. Así, ¿quiénes son los estudiantes que obtienen mejores y peores puntuaciones cuando terminan la carrera?¿A qué se deben los contrastes? ¿Por qué en unos casos mejoran y en otros empeoran?
Los universitarios (universitarias en la mayoría de los casos) que mejores notas sacan durante sus estudios superiores son los de Enfermería. Las plazas de este grado están limitadas a 60 y la lista ha superado este curso las 2.000 solicitudes. Esto significa que los jóvenes de Bachillerato que acceden a esta titulación lo hacen con excelentes expedientes académicos que rondan el 10 de un máximo de 14 puntos que recoge la antigua Selectividad (hoy en día EBAU).
«Es una carrera muy vocacional, por lo que el esfuerzo y el rendimiento es mayor», explica la vicerrectora de Políticas Académicas, Begoña Prieto, quien también argumenta el hecho de que la media con la que acaban baja respecto a la de acceso. En este sentido, precisa que cuando están estudiando Bachillerato se centran especialmente en las asignaturas relacionadas con Ciencias de la Salud que más puntúan en la prueba de acceso a la universidad, mientras que las materias se «diversifican» en el grado y resulta «más difícil mantener los expedientes académicos».
Los siguientes en el ránking, según los datos facilitados por la UBU correspondientes al curso 2016-2017, los últimos que hay disponibles, son los estudiantes del grado de Español: Lengua y Literatura. Terminan con un notable (8,07) y entran con un bien alto (6,8). Aquí la explicación está en que la mayoría de las matrículas son ‘online’ (este curso en primero solo 26 de 134 reciben enseñanza presencial) y, por tanto, el perfil de los universitarios es distinto al habitual.
«Es gente que trabaja, que quiere formarse en esos estudios y que tiene expectativas profesionales», asegura la responsable académica, añadiendo que estas tres características hacen aumentar su motivación y su rendimiento.
En esta misma línea de mejora de calificaciones a los largo de los cuatro cursos de carrera se encuentran también los alumnos de la Facultad de Educación. Tanto los de Infantil como los de Primaria, Social y Pedagogía obtienen cuando terminan un 7,71, 7,54, 7,65 y 7,53, respectivamente, frente a un 6,5 de media cuando entran. En este caso, el razonamiento está claro. «Aquellos alumnos que eligen los grados por vocación, con independencia de su empleabilidad en el mercado laboral, aumentan sus resultados», afirma Prieto. También mejoran en casi un punto los de Ciencia Política (salen con un 7,4) e Historia y Patrimonio (7,46), estudios que al igual que los de Español se imparten tanto en modalidad presencial como online.
bachillerato. En el otro lado de la tabla, en el de los que están por debajo de la media general, figuran los estudiantes de Arquitectura Técnica e Ingeniería Civil. Terminan con un 6,33 en el primer caso y con un 6,31 en el segundo, si bien no hay desviaciones significativas con sus notas de acceso (6,49 y 6,72). La vicerrectora de Políticas Académicas vuelve al Bachillerato a la hora de explicar estos datos y asegura que durante esta etapa cursan asignaturas técnicas que tienen un mayor grado de complejidad, a lo que añade la dificultad en sí de estas carreras.
Y es que, lo que ocurre con estas dos titulaciones se da en el resto de las ingenierías, donde no se llega al 7 cuando se terminan. Las que más acercan al notable son Informática (6,92) y Agroalimentaria y Medio Rural con un 6,85. No obstante y a diferencia del resto, los alumnos que cursan la primera mejoran sus expedientes al concluir la universidad, lo que denota, según Prieto, «el gusto por la profesión».
Otro caso en el que se da la situación contraria y se repite lo que ocurre con Enfermería es en el doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE). Las plazas están limitadas a 40 y los estudiantes que entran cuentan con buenas calificaciones (8 o 9 de media) que, sin embargo, pierden al terminar con un 7,37. Hace años, los alumnos de esta titulación procedían del Bachillerato de Ciencias, mientras que ahora llegan desde el de Humanidades. Esto hace que, teniendo cuenta las asignaturas que cursan en esta etapa, se pueden encontrar en la Facultad de Económicas con dificultades en materias como matemáticas, estadística o contabilidad, lo que explicaría que no puedan mantener sus notas durante la carrera.
En el resto de grados apenas existen grandes diferencias entre primero y cuarto curso. Los de ADE terminan con un 6,61 de expediente; 6,89 los de Ciencia y Tecnología de los Alimentos; 7,27 Comunicación; 6,62 Derecho; 6,78 Finanzas y Contabilidad; 7,25 Química; 6,48 Relaciones Laborales; 7,63 Terapia Ocupacional, y 7,06 Turismo.