Crean un equipo de 12 policías para erradicar el botellón de San Esteban

I. Elices / Burgos
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Múltiples desperfectos. Los participantes en estas quedadas causan daños en el mobiliario urbano y en coches particulares

El botellón que se celebra todos los viernes y los sábados en la zona de San Esteban, entre la muralla y la iglesia (antiguo Museo del Retablo) está adquiriendo unas dimensiones preocupantes, no solo por la cantidad de jóvenes que congrega sino también por las consecuencias. Los participantes -al menos algunos- no se limitan a beber sino que provocan destrozos en el mobiliario urbano y en ocasiones hasta han arrojado piedras a algunos coches. En las últimas semanas las quejas del vecindario han llegado al Ayuntamiento y la Policía Local ha tenido que diseñar un plan para poner coto a esta aglomeración de personas.

La tarea no es sencilla, pues «son muchos los ciudadanos que allí se juntan, y no solo adolescentes». Al margen del operativo habitual que pone en marcha para mantener a raya a los amantes del botellón, la Policía Local se ha visto obligada a diseñar un dispositivo especial «para conseguir eliminar este lugar de reunión y consumo de alcohol». Los jóvenes empiezan muy pronto a llegar al lugar, en ocasiones sobre las 18 horas. Acampan con sus bolsas llenas de licores y refrescos y cuando ya está el botellón montado resulta difícil intervenir, «pues se congregan cientos de personas algunas veces».

Por eso los agentes destinados a este punto no solo acuden en horario nocturno sino que comienzan con su misión antes incluso de las 19 horas. El dispositivo está compuesto de un mínimo de 12 policías, pero hay otras dos patrullas -con cuatro funcionarios más- preparadas «para momentos críticos y concretos».

A San Esteban están destinadas tres parejas uniformadas que se colocan estratégicamente en dicho emplazamiento. Su cometido es parar a todos los jóvenes que se acercan con bolsas para advertirles de que no se puede hacer botellón. Si insisten les denuncian y, si son menores, les requisan los licores.

También intervienen otros cuatro agentes que van de paisano, que son los que se encargan del control de venta de alcohol en los establecimientos cercanos. Vigilan que no se expidan botellas de alcohol a menores y actúan cuando un adulto se presta a sacar bebidas a un grupo de adolescentes que aún no han cumplido los 18 años. En ocasiones, estos chavales llegan a pagar a un mayor de edad para que entre en la tienda o el súper.

Controles

La Policía Local creó este equipo especial hace dos semanas y prevé actuar en San Esteban durante un periodo de dos meses más, hasta lograr eliminarlo. Cuando transcurra ese tiempo las patrullas recorrerán ese espacio para impedir que el botellón se reproduzca en esa zona. Hay que recordar que se trata de un lugar frecuentado por los turistas, pues se encuentra la Iglesia de San Esteban y el CAB, por lo que da una imagen muy negativa de la ciudad. Además, en las últimas semanas la Policía Local ha detectado que se han producido daños en el mobiliario urbano así como en coches particulares, cuyos dueños han presentado quejas normales en el Consistorio.

El número de denuncias por beber alcohol en la vía pública fue de 37 el pasado ejercicio, según la memoria de la Policía Local. Las multas son de escasa cuantía, 30 euros, porque el botellón constituye una infracción de carácter leve contra la Ordenanza de Drogodependencias.