El seguro no cubre los destrozos en el tejado de la iglesia de Orón

G.A.T. / Miranda
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La póliza no asume los daños ya que recoge que la velocidad del viento tiene que ser de al menos 90 kilómetros por hora y Aemet registró en Miranda ese día una racha máxima de 83

 
 
 
Si ya fue mala suerte que sin haber pasado ni medio año desde que se arreglara, el tejado de la iglesia de Orón se levantara debido al fuerte viento de la semana pasada, más lo es que ahora el seguro que tiene el templo no cubra estos destrozos. Y no es porque no exista una póliza ni se reconozcan los daños provocados por el fuerte aire, sino porque el viento fue menor del mínimo que se exige en el contrato para que la póliza pueda hacerse efectiva y asuma la reparación.
«Dicen que este seguro que tienen las parroquias no entra hasta que hay velocidades de 90 kilómetros por hora para arriba», explica Diodoro Merino, párroco de esta iglesia de San Esteban. Y es que en la jornada del martes día 10, la racha máxima registrada por la Agencia Estatal de Meteorología en la estación de medición que tienen en Miranda (cerca de la carretera N-I) midió una máxima de 83 kilómetros por hora. «Están en el Arzobispado intentando hablar con el seguro», avanza el párroco, entendiendo que viento hizo mucho ese día y que es imposible saber si en Orón hizo más o menos de 90. «Tiró una señal y rompió un árbol en esa misma zona, así que debió entrar a cañón», opinaMerino.
Asegura que cueste lo que cueste ahora el arreglo «escapa de cualquier posibilidad de la parroquia», y entiende que alguien deberá asumir estos daños en una infraestructura recién arreglada. Por ello explica que la empresa de rehabilitaciones que acometió este verano los arreglos del tejado también deberá aplicar la garantía o el seguro sobre la obra, entendiendo que el edificio debe estar  suficientemente consolidado para aguantar fuertes rachas de viento.
De hecho la obra, que afectó no solo al tejado de la torre sino al de todo el templo, tuvo un coste de unos 90.000 euros, y aunque ahora haya que hacer una pequeña parte, para Merino es esencial que todos se pongan de acuerdo y haya colaboración para arreglarlo cuanto antes.
De momento el templo se ha vallado para impedir que alguna de las tejas que se han quedado sueltas pueda caerse y afectar a un viandante, ya que ayer igualmente hizo bastante viento, aunque no tan fuerte como el del martes.
En el pueblo el alcalde cree que hay que actuar de inmediato en la iglesia si no se quieren problemas futuros. Y alertaba ayer mismo al pie del templo de cómo la lluvia y la nieve no van a ayudar en nada a preservar el tejado de la humedad. «No sé qué harán ni cuándo porque es un tema técnico, pero creo que habría que poner algún sistema, una lona o algo, que permita que el agua y la nieve no se filtren, porque como se humedezca la estructura del tejado el problema va a ser mayor», comentaba Ricardo da Rocha.