Castrillo Matajudíos vuelve a ser protagonista de una noticia. Tras la repercusión que tuvo la consulta popular convocada el 25 de mayo para cambiar el nombre del pueblo por el de Mota de Judíos, ahora el foco informativo se centra en un retablo de la Virgen del siglo XVI. Dicha obra fue cedida por la Diócesis de Burgos al pueblo por un año con motivo de la celebración, en mayo de 2010, del quinto centenario del nacimiento del insigne músico Antonio de Cabezón. Aquel acuerdo se rubricó en un convenio que firmaron las dos partes. Sin embargo, casi cuatro años y medio después, la obra continúa en la iglesia parroquial del pueblo sin que se haya cumplido los términos del documento.
A este respecto, el delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, deja claro que el convenio lo firmaron en su día el párroco y el alcalde de Castrillo. «Por lo tanto, hoy por hoy lo primero es cumplir eso». No obstante, subraya que no están cerrados al diálogo y, de hecho, confirma que ha hablado del asunto con el párroco y tienen previsto abordarlo próximamente.
Álvarez Quevedo recuerda también que el retablo fue retirado por el Arzobispado en 1966 por seguridad para llevarlo al Museo del Retablo, ubicado en la iglesia de San Esteban. Posteriormente, fue recuperado y se le devolvió su esplendor en el Taller de Restauración de la Diócesis. De hecho, en la web de este museo sigue incluyéndose esta pieza como una de las obras más destacadas.
Cabe recordar que este museo se inauguró en junio de 1993 ante el abandono de muchos pueblos, la falta de seguridad y protección y el progresivo deterioro de parte patrimonio provincial. Con ello, se pretendía conservar y custodiar esta incalculable riqueza y restaurarla para evitar su desgaste. Actualmente, la pretensión de la Diócesis es conseguir financiación para que este museo pueda abrir todo el año.
Por su parte, el alcalde de Castrillo Matajudíos, Lorenzo Rodríguez, asegura en declaraciones a este periódico que «es normal que siendo de la parroquia, y más tras haberla restaurado, el retablo se quede aquí». En el mismo sentido, añade que «es una pena dejar la iglesia vacía, en un pueblo como éste, que es Camino de Santiago» y también ante la celebración de actos como el del próximo 18 de octubre, cuando está previsto que que asista el embajador de Israel coincidiendo con la decisión de cambiar el nombre del pueblo de Castrillo Matajudíos por Castrillo Mota de Judíos.
el caso de tañabueyes. Esta noticia recuerda a la polémica generada en su día por la cesión del retablo de Santa Eulalia de Mérida, de Tañabueyes, al altar mayor de la iglesia de San Martín de Porres, donde continúa hoy. Esta obra, curiosamente, también es del siglo XVI.
Afortunadamente este caso, que estuvo acompañado de protestas vecinales e incluso conllevó un juicio (ocho vecinos presentaron en septiembre de 2012 una demanda para reclamar el retablo) con sentencia favorable al Arzobispado, se dio por cerrado en septiembre del año pasado. Entonces, ambas partes llegaron a un acuerdo amistoso según el cual Tañabueyes renunciaba al retablo a cambio de varias contraprestaciones:el Arzobispado se comprometía a vender la casa del cura, la plaza del pueblo y las moreras por un euro y renunciaba a las costas del juicio que ganó. Habrá que ver en qué queda la reclamación del retablo.