Art Medina, la cita cultural del verano

A.C.
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Más de 150 obras de arte contemporáneo de 90 artistas pueblan el Alcázar, el monasterio de Santa Clara, la ermita de San Millán y la Casa de Cultura hasta el 19 de agosto

Poder escuchar a Javier González de Durana equivale a tener enfrente a una enciclopedia viva del arte. Profesor de Historia Contemporánea de la UPV desde 1986, quien ha sido director de ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria (2002-2008) o director general de la Fundación Cristóbal Balenciaga (2011-2014) y también ha trabajado para el Consorcio Guggenheim, ha sido elegido por el Ayuntamiento de Medina de Pomar para crear uno de los eventos culturales del verano, Art Medina. Hasta el 19 de agosto, el Alcázar, el Monasterio de Santa Clara, la ermita de San Millán y la Casa de Cultura se han convertido en guardianes de un tesoro compuesto por más de 150 obras de arte contemporáneo de 90 artistas nacionales e internacionales de primera línea, entre los que se cuentan a Vela Zanetti, Eduardo Chillida o Jorge Oteiza, pero también a mujeres de la talla de Teresa Peña o Amable Arias.

En una clara simbiosis con la arquitectura y los espacios, así como con las temáticas elegidas, cada sala del castillo, ahora Museo de Las Merindades, del monasterio o de la ermita, va sorprendiendo. El visitante se encuentra a cada paso con una joya tras otra en forma de pintura, dibujo, grabado, fotografía, collage, escultura o instalación. Hay que ser observadores y de cuando en cuando levantar la vista, sin dejar de lado mirar donde se pisa no vaya uno a dar con obras de suelo, como ‘Línea de tierra’, de José Ángel Lasa. En cada hueco, en cada clavo libre, en cada pequeño espacio hay arte que se mimetiza con la colección permanente. González de Durana admite que el esfuerzo ha sido considerable.

La instalación de Esaú de León titulada ‘Rotor’, creada para la ocasión, impacta en la entrada al castillo y se eleva creando una obra que cambia según desde la planta que se observe e incluso se adentra en el salón noble, donde se funde con su friso mudéjar. Nada más entrar en la sala temporal de exposiciones se encuentran las obras más preciadas, las de Vela Zanetti, Pablo Palazuelo, Chillida, Oteiza o una escultura de madera de roble de Remigio Mendiburu que nunca había sido expuesta en público. Obras cedidas por sus autores o por coleccionistas privados conforman Art Medina, donde se puede contemplar desde un grabado de Goya de 1799 en el claustro de Santa Clara a magistrales fotografías de José Manuel Ballester (Premio Nacional de Fotografía), en el Alcázar, o pequeña obra de 1950 de Georges Braque, uno de los inventores del cubismo con Picasso, que tiene su rincón en la Casa de Cultura.

homenaje a Teresa Peña. En cada punto, la exposición sigue líneas temáticas diferenciadas. La calma, luz y sobriedad o los personajes, siluetas y sombras protagonizan la obra expuesta en el Monasterio de Santa Clara, donde Teresa Peña tiene un protagonismo especial con obra repartida entre el claustro, el coro alto o la sala de las pinturas flamencas. En el Alcázar se encuentran obras protagonizadas por los rasgos y trazos, por los caminos y redes de comunicación o por el lema de que ‘La revolución somos nosotros’, como refleja la obra ‘Rostro’, de Santiago Ydáñez.

Art Medina acaba de arrancar. El nuevo edil de Cultura, Iban Junquera, que ha recogido el testigo dejado en este proyecto por Carlos Pozo, no descarta apostar por convertir el arte contemporáneo en una de las señas de identidad para la promoción turística de la ciudad cada verano. Una vez se cierre la muestra será hora de balances y de decisiones, dado que este trabajo lleva detrás medio año de trabajo. El Ayuntamiento medinés ha destinado 16.000 euros a esta muestra para cubrir su póliza de seguro, el transporte de las obras, los honorarios de su comisario y todos los gastos que lleva aparejada.