Cobo Vintage paga 390 euros por la mejor pieza de la Feria de la Trufa

Belén Antón / Quintanalara
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Más de dos mil personas respaldan con su presencia esta iniciativa de la comarca burgalesa de Lara, con la que se pretende fomentar el consumo y el cultivo del 'oro negro'

Tras una divertida puja entre Roberto da Silva, de Embutidos Cardeña, y el cocinero Miguel Cobo, finalmente fue el propietario del Restaurante Cobo Vintage el que se alzó con la mejor pieza de la II Feria de la Trufa Negra de Burgos, que durante el fin de semana se ha desarrollado en Quintanalara. El mediático chef pagó 390 euros por un ejemplar de casi trescientos gramos, una pieza que fue elegida como la mejor de la feria durante el sábado por dos reconocidos cocineros y cuya recaudación irá destinada a la organización de la tercera edición en enero del próximo año.

La subasta, capitaneada por Gerardo de Mateo, supuso una de las últimas actividades de esta feria, que ha convertido a la pequeña localidad de la comarca de Lara en un referente en la promoción de este oro negro, tanto en su consumo como en su cultivo. El empeño de su alcalde, Rubén Heras, con el apoyo de los vecinos, ha servido para que esta segunda edición superara a la anterior en todos los sentidos, y eso que el estreno el año pasado ya fue un éxito.

Más de dos mil personas se han dado cita en Quintanalara durante el sábado y el domingo para disfrutar del variado programa propuesto por la organización y donde el denominador común era la trufa negra. Ayer, la jornada arrancó con la exhibición de recogida de este hongo a cargo de Javier Acedo, presidente de la Asociación Canina Española de Lagotto Romagnolo. Los asistentes pudieron disfrutar de la astucia de Django y de Sira a la hora de detectar donde se encontraban enterradas las trufas. «Cualquier raza de perro se puede adiestrar, pero la Lagotto Romagnolo es especialmente buena para buscar este hongo», comentaba Acedo, que recordó que la hembra era la actual campeona de España en búsqueda, ostentando el récord en 55 segundos; mientras que el macho es campeón de España en belleza.

La mañana continuó en Quintanalara con un show-cooking a cargo de Miguel Cobo, donde el popular chef demostró al concurrido público su capacidad para ofrecer los sabores tradicionales de siempre con técnicas más innovadoras, y por supuesto, con la trufa como protagonista. El cocinero terminó elaborando un plato que llevaba como base una mezcla de emulsión de patatas y masa de croquetas sobre la que colocó papada confitada, torreznillos de pato y láminas de trufa que previamente había asado a la brasa. Sal japonesa, hojas de albahaca y berros culminaron el plato que después degustaron algunos miembros del numeroso público.  

«Lo vamos a preparar en Cobo Vintage y lo vamos a llamar el plato de Quintanalara», bromeó el cocinero, que aseguró que había apostado por adquirir en la subasta la mejor trufa de la feria para contribuir a que Quintanalara siga potenciado el consumo de este producto y para que la gastronomía de Burgos continué creciendo.

Más expositores

Durante los dos días que ha durado la feria ha estado abierta al público una carpa donde se han dado cita diecisiete expositores, tres más que el año pasado. «Todos están vinculados con el mundo de trufa. Unos han vendido el propio hongo y otros plantas micorrizadas para hacer nuevas plantaciones. También ha habido puestos donde se han ofrecido productos derivados de la trufa, como aceites, vinagres, cremas, quesos… Incluso también libros relacionados con la truficultura», explicó el alcalde de Quintanalara, en relación a una exposición que ha contado con bastante asistencia de público.

El mayor esfuerzo que ha supuesto esta segunda edición, donde se ha mejorado el espacio que ha acogido las exhibiciones de cocina y se ha añadido la colocación de una carpa, además de aumentar las actividades, se ha visto respaldado por el público. «Esto te anima a pensar en una tercera edición. Merece la pena el esfuerzo para poner a Quintanalara y al mundo de la trufa en relevancia. El proyecto funciona gracias a la gente del pueblo, ellos son el verdadero motor de la organización», comentó Heras, que también agradeció el aliento que ha recibido por parte de reconocidos cocineros que con su presencia han apoyado esta feria.

Heras también está detrás de la creación de la Asociación de Truficultores de Burgos, que mantuvo el sábado en Quintanalara una reunión donde se comenzaron a definir sus estatutos, la junta directiva y el plan de trabajo a desarrollar. «Desde la organización de esta feria se demanda una mayor participación de la Diputación de Burgos y de Burgos Alimenta. Es necesario que se involucren para que, no solo esta feria sino todo lo que es la truficultura en Burgos, salga para adelante. No tenemos el respaldo que sí existe en provincias como Teruel o Huesca».

Además de lo mencionado, durante esta II Feria de la Trufa Negra de Burgos también se han podido degustar tapas y pinchos trufados, comer menús trufados en restaurantes de la comarca, disfrutar de un concierto de música, probar las creaciones del maestro pastelero Ángel Fernández, o aprender de los cocineros Ricardo Temiño, Cucho Íñiguez Sáez, Patxi Álvarez y Óscar Alonso, que ofrecieron un show-cooking el sábado.