La puerta de Sasamón se abre a los peatones tras consolidar la muralla

I.P. / Burgos
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El arco ojival, la torre y los paños lucen su esplendor tras la reposición de piezas desprendidas, el rejuntado de piedras, la limpieza de vegetación y el drenaje inferior para evitar humedades

La muralla ha recobrado su esplendor.

Las obras de consolidación en los restos de la muralla medieval de Sasamón, además de devolverla todo su esplendor, han posibilitado abrir la antigua puerta de entrada a la villa al tráfico de peatones, al que se tuvo que cerrar el pasado año tras el desprendimiento de una pieza de sillería del interior del arco. Los trabajos de rehabilitación comenzaron el pasado octubre y han supuesto una inversión cercana a los 50.000 euros, financiados en buena parte por el grupo de acción local Adeco Camino de Santiago.

La muralla defensiva de la ciudad romana se transformó en la Edad Media en muralla fortificada, conservando el arco de entrada balconado y un paño de la mismo, habiéndose perdido el resto  entre las construcciones civiles.

El proyecto de consolidación contó con el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio, al tratarse de un Bien de Interés Cultural y, una vez concluidos los trabajos, vecinos y Corporación municipal han mostrado su satisfacción porque este monumento emblemático de la villa segisamonense vuelva a mostrar toda su belleza. El Ayuntamiento, que había reclamado reiteradamente este proyecto de consolidación, tuvo que hacerse con la titularidad de la muralla para poder adjudicar el proyecto, obra que llevó a cabo la empresa local Damirajo Hermanos, según el proyecto redactado por el arquitecto Agustín Herrero.

       Todo el conjunto de la muralla presentaba un importante grado de deterioro, fruto del paso del tiempo y los efectos de la climatología. El arco de entrada y el paño de pared presentaban grietas además de humedades en la parte inferior, al igual que la torre almenada, ésta con un pequeño matacán y el escudo de Castilla y León, que incluso había perdido algunas de sus piezas de sillería. El paramento superior de la cara Este presenta diversas grietas, mientras que en la zona inferior de la muralla, que se encontraba en contacto con la zona ajardinada, presentaba problemas de humedad por capilaridad. A estas patologías se añadía la acumulación de vegetales, sobre todo en la zona de los arranques de las almenas, así como la costra biogénica que se ha ido acumulando en la piedra por la presencia de microorganismos, falta de limpieza y de mantenimiento.

Ante estas patologías, las obras han consistido en la reposición de los elementos dañados en el exterior e interior del arco, recolocando la piedras desprendidas y restaurando el soporte de madera que lo asienta. Toda la zona baja se ha saneado con un drenaje y a partir de ahora, el agua se recoge y se conducirá a la red general para evitar filtraciones. Igualmente, se han retirado los vegetales incrustados en las piedras y la costra se ha limpiado antes  de  sellar y rejuntar la cantería.  

El alcalde, José Luis Herrero se muestra satisfecho de la consolidación de la muralla y la apertura del arco de nuevo al paso de peatones. Para completar la puesta en valor de la misma sería interesante poder habilitar la torre para albergar algún proyecto cultural, pero de momento, el Ayuntamiento no contempla esa solución por la falta de recursos económicos.