Si Pablo Iglesias puso sobre la mesa hace unos días sus condiciones para conformar un Gobierno alternativo al PP, que estaría presidido por Pedro Sánchez y con él como vicepresidente, en el que, además, el líder de Podemos acapararía buena parte de la responsabilidad del Ejecutivo, al tiempo que marcó como línea roja el referéndum soberanista de Cataluña, ayer le tocó el turno de réplica al PSOE, que, si bien aseguró que ve «mimbres» para un acuerdo de izquierdas, remarcó que este pacto será posible siempre que los morados «no se empeñen» en imponer la consulta secesionista, el «control político» de determinados organismos del Estado, en vetar negociaciones con otras formaciones o en proponer «una política económica que no es realista y podría ser contraproducente para el crecimiento y el empleo».
Según explicó el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, su partido coincide en numerosos puntos con Podemos, pero también hay «claras discrepancias», que se enviaron en un documento al propio Iglesias y a su número dos, Íñigo Errejón.
«Digo con claridad que no compartimos la propuesta de referéndum en Cataluña porque divide y fragmenta a la sociedad. No podríamos ponernos de acuerdo», dejó claro Hernando, que recordó la propuesta de los morados, que reconoce el derecho de «autodeterminación» de la región y de las naciones que lo hayan planteado «con especial intensidad».
El diputado aseguró que en el debate de investidura del próximo 2 de marzo «solo hay dos opciones: o se vota a Pedro Sánchez y a un Gobierno del cambio o se permite que el señor Rajoy continúe en funciones con una corrupción generalizada». Por ello, mostró su deseo de que en ese día se consiga un «acuerdo transversal» con distintas fuerzas políticas para que la formación del Ejecutivo y para la legislatura.
«Estamos trabajando con intensidad para que el día 2 haya votos suficientes, sin exclusiones de nadie y sin que se impongan temas que algunos saben que no son asumibles», remarco, para agregar que en estas conversaciones no se puede empezar «la casa por los sillones».
Hablando de negociaciones, Hernando insistió que en la reunión a cuatro que mantendrán PSOE, Podemos, Compromís e IU previsiblemente mañana, se rechazarán las pretensiones de repartir los ministerios antes de tratar otros asuntos, ya que su partido no va a acudir a «discutir sobre eso». Así, insistió en que «primero» van las políticas «que pueden cambiar la vida de los ciudadanos» y «luego el quién».
En este sentido, pidió a las otras tres formaciones que se sentarán a dialogar que vayan al encuentro con la idea de debatir sobre programa, porque, a su juicio, sería «triste» que en la convocatoria se hable de puestos en el próximo Ejecutivo.
Además, a pesar de que desde Compromís o IU se da un gran valor a la cita, el socialista matizó que el encuentro a cuatro «no es la madre de todas las reuniones».
Por su lado, la líder de la coalición valenciana, Mónica Oltra, recordó a Ferraz que una posible alianza con Ciudadanos es inviable, e instó al PSOE a «aceptar que los números son los que son» y que un pacto para la investidura con los de Albert Rivera «no va a ninguna parte».
APOYO DE COALICIÓN CANARIA. Por otro lado, la Ejecutiva Nacional de Coalición Canaria apoyó el principio de acuerdo alcanzado el pasado viernes con el PSOE para votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez, aunque los insulares se reservan la ratificación final hasta conocer el pacto de los socialistas con otros partidos.
Los nacionalistas acordaron con la formación que lidera Pedro Sánchez que ellos serán el interlocutor de Canarias con el Estado para tratar sobre la agenda del archipiélago, centrada en el Régimen Económico y Fiscal y la ultraperificidad del archipiélago, la recuperación de las inversiones en los convenios bilaterales de infraestructuras y una financiación autonómica que garantice la igualdad de servicios públicos con el resto de España.