Preguntarán a las familias si se negarían a comprar los nuevos libros de texto

B.G.R. / Burgos
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La FAPAde Burgos es la única que pulsa la opinión educativa antes de llamar a la desobediencia civil en la adquisición del material

El cambio normativo obligará a contar con material nuevo. - Foto: Patricia

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Burgos (FAPA) quiere conocer la opinión de «toda la comunidad educativa» antes de realizar el llamamiento a la desobediencia civil, planteado en el ámbito nacional por parte de este colectivo, ante la compra de los nuevos libros de texto que exige la LOMCE y mantener así los actuales para el próximo curso escolar. Por ello, se ha puesto en contacto con el centenar de Ampas de la capital y la provincia para realizar una consulta durante la semana del 31 de marzo al 4 de abril.

La intención pasa por que se coloquen mesas en los centros educativos durante al menos dos días para facilitar así la participación. «Queremos conocer la opinión de padres, profesores, personal no docente y alumnos, que podrán votar a partir de los 14 años», precisa Marisa Beunza, vocal de la Federación burgalesa

Para que el referéndum se desarrolle con la mayor rigurosidad, se ha fijado un protocolo de actuación sobre el número de mesas, los horarios, la documentación, los permisos (en caso de que no se cuente con el de la dirección del centro para realizarlo en su interior), el recuento o el destino de todo el material recabado tras su celebración. En este sentido, Beunza avanza que en caso de que se recoja un ‘sí’ mayoritario a favor desobediencia civil, y por tanto de la negativa a comprar los nuevos libros, se enviarán los resultados tanto a la Junta como al Procurador del Común.

«Exigiremos al consejero de Educación, Juan José Mateos, que mantenga los libros actuales y respete lo reglado en lo referente a que la sustitución del material debe realizarse cada cuatro años», explica la vocal de la FAPA, en referencia a la resolución que en este sentido publicó el Gobierno regional el año pasado. Y es que, en su opinión, la adquisición de los nuevos libros adaptados a los cambios de la Ley de Educación, en un contexto de crisis económica como el actual, perjudica gravemente a las familias, que a su vez han visto reducidas las ayudas para este material, y «destroza» los sistemas de intercambios y reutilización que estaban ayudando a reducir su coste. Además, añade que los libros actualmente en uso pueden servir «perfectamente» para el próximo curso puesto que las adaptaciones son «mínimas».

Beunza confía en que las asociaciones responderán al llamamiento de la consulta en función de las primeras respuestas que está obteniendo la FAPA, la única Federación que hará la consulta.