Las aguas siguen bajando revueltas en el seno del grupo municipal popular y, por ende, del equipo de gobierno arandino. Mientras ayer el tema de conversación generalizado era la espantada de Javier Rojas, la realidad dentro del Consistorio, lejos de apaciguarse, se enrarecía más al tener que suspen- derse, por la incomparecencia de los tres ediles del PP, la Comisión Extraordinaria de Urbanismo convocada para decidir los próximos pasos sobre la plaza de toros. Una situación que, entre otras consecuencias, habría venido a reafirmar la decisión de los concejales del Partido Regionalista de Castilla y León (Prcal) de desvincularse del tripartito a partir del 31 de diciembre, «salvo un milagro».
El edil de Urbanismo, el regionalista José Ignacio Díez, no pudo más que levantar una reunión en la que, sorprendentemente, era el único representante del equipo de gobierno. Ni Javier Rojas, ni Diego Velázquez ni Daniel Herrero acudieron a una cita, de la que también se ausentó, previa justificación, Alfonso Sanz, de CCD, y en la que sí estuvieron los delegados de PSOE, Eusebio Martín, Ildefonso Sanz y Sergio Ortega; IU, Julio Pinillos, y UPy D, Javier Ávila.
Aunque con la sesión ya levantada, y en ausencia del secretario, sí que llegaron a ponerse sobre la mesa los posicionamientos de todos los grupos políticos, a favor de llevar al Juzgado la resolución del contrato con Toros Ricor y solicitar la reversión de los terrenos y la construcción, ante la ausencia del PP, se dejó el tema sobre la mesa, no acordándose ni siquiera solicitar un informe jurídico a Secretaría que avalara lo propuesto por el análisis externo.
La extraña situación destapó la caja de los truenos y no solo entre los miembros de la oposición. El propio Díez reconoció que esta situación «no nos lo pone nada fácil» y lo que calificó como «una descoordinación de este calado» da pistas sobre la capacidad de trabajo existente dentro de una coalición. «Si ya las cosas estaban sensibles y veníamos diciendo que había que tener mucho cuidado», que las primeras acciones de un socio de gobierno sean estas ponen muy difícil seguir dentro del tripartito, señaló, advirtiendo que, además, la actitud del PP ha dejado a su formación a los «pies de los caballos» de la oposición.
no a la moción de censura. No obstante, el portavoz castellanista puntualizó que aunque su presencia en el equipo de gobierno tiene, salvo sorpresa de última hora, fecha de caducidad, descartó de forma tajante la posibilidad de secundar una moción de censura que diera la Alcaldía al PSOE.
Después de la incomparecencia de los populares, la posibilidad de un golpe de mano que cambiara el gobierno municipal volvió a esgrimirse por la oposición. Desde el PSOE, su concejal, Sergio Ortega, consideró que la ausencia de los ediles del PP no fue fruto de la casualidad, sino una maniobra orquestada . En cualquier caso, incidió en que lo ocurrido ayer «ha puesto de manifiesto el desaguisado que hay en el Ayuntamiento con una actitud por parte del PP con temas tan importantes como el de la plaza de toros que no aparecen y no quieren saber nada de él», por lo que instó a los concejales regionalistas a que tomen medidas, dejen de apoyar el Gobierno de Raquel González «porque si no, serían responsables» y les animó a entablar conversaciones que pudieran desembocar en un cambio en el timón municipal.
Por su parte, tanto desde IU como desde UPyD coincidieron en calificar como una «falta de respeto» la incomparecencia de los munícipes populares. Con esta actitud, convinieron también desde ambas formaciones, no hacen sino darles argumentos para respaldar una posible moción de censura. Sin embargo, puntualizó Pinillos, en ningún caso se planteará como un simple «cambio de personas», sino que debe conllevar variaciones más profundos.
Frente a las críticas se situó la alcaldesa, Raquel González, que reconoció que la ausencia de sus concejales podría achacarse a un fallo de coordinación y a un serio error de sus representantes, al no comunicar que no asistirían a la reunión. En cualquier caso, advirtió que en ningún caso debe vincularse a falta de interés de su grupo por dar una solución al conflicto de la plaza de toros. De hecho, incidió, la comisión no era ejecutiva sino que únicamente perseguía que todos los grupos políticos dejaran constancia de su posicionamiento sobre el coso y, en este sentido, el del PP hace tiempo ya que dejó constancia de su apuesta por iniciar el proceso de reversión. «El planteamiento político del PP está claro. Es iniciar la reversión», aseveró.