San Lesmes a cielo abierto

I.L.H. / Burgos
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Las cientos de personas que se acercaron a la plaza de San Juan para ver bailar a los Gigantillos hicieron desistir al Ayuntamiento de acoger la cita bajo la cubierta del monasterio

Ya si eso cuando llueva. La única novedad de la fiesta de San Lesmes se quedó en el aire, en una decisión tomada minutos antes de que comenzara el baile de los Gigantillos. El alcalde,Javier Lacalle, lo había anunciado en el programa como el estreno de las actividades culturales en la zona recientemente cubierta del monasterio de San Juan. Pero el Consistorio desistió de trasladar a ese espacio a danzantes y Gigantillos porque  la visibilidad no llegaría a todos.

«Teníamos previsto haberlo hecho dentro, pero según nos iba llegando la información del número de personas que estaban esperando en la plaza hemos pensado que no era conveniente. La cubierta estará para cuando no se pueda fuera por las circunstancias climatológicas: porque llueve o porque pueda ser un peligro para las personas que lo bailan. Pero si no es así, es preferible hacerlo en la plaza y que sean más personas las que disfruten de ello», detalló el alcalde para justificar la decisión de celebrar San Lesmes a cielo abierto.

Ya si eso cuando llueva. Porque en enero, fecha del patrón de la ciudad, la cubierta de San Juan estará habitualmente cerrada a las actividades culturales, que se desarrollarán, previsiblemente, entre los meses de abril y octubre. Salvo este año que, para estrenarlo, se realizarán visitas teatralizadas con Ronco Teatro los días 20, 21, 27 y 28 de febrero, y 5 y 6 de marzo.

Así que al frío del cielo abierto -nada nuevo para el enero de Burgos, aunque sí para este invierno- esperaron las cientos de personas que querían asistir al baile de danzantes y Gigantillos un retraso de más de media hora. Esperaban en la calle mientras en el interior de la iglesia de San Lesmes concluía la misa en la que se escucharon palabras en francés tanto en una de las lecturas como en la apertura y el cierre de la homilía del arzobispo, Fidel Herráez, que se estrenaba con el patrón de Burgos. En su idioma se dirigió a la comitiva francesa formada por una veintena de personas, la mayoría procedentes de Loudun, la ciudad de nacimiento del monje benedictino, que participó en los actos de homenaje al santo.

Reforzar lazos

Con ellos se reúne hoy el alcalde antes de su regreso a Francia. El encuentro se ha programado para retomar algunas de las actividades que se hacían hace años entre ambas ciudades y que con el paso del tiempo se han dejado de hacer.

«Sigue habiendo un intercambio entre Loudun y Burgos: ellos vienen en estas fechas y una representación de Adelmus viaja en junio a Francia, pero vamos a retomar ese hermanamiento que tuvimos hace 8 ó 10 años. Queremos retomar los intercambios culturales y deportivos que se hacían antaño. Es bueno que, ya que es una de las pocas ciudades que estamos hermanadas, retomemos la programación, las actividades y los intercambios. Un hermanamiento ser refuerza no solo con días como hoy, sino también con programación durante el año», defendió el primer edil.

Salvo por estas cuestiones, la fiesta del patrón de la ciudad se desarrolló como de costumbre. Con venta de panecillos (15.000 de Adelmus) y jarras (unas 600) y reparto de pinchos de chorizo y morcilla (350 kilos de cada uno) para degustar con 7.500 panes y vino de la Ribera; bailes de los grupos folclóricos (Diego Porcelos, Justo del Río, Tierras del Cid, Gavilla, María Ángeles Saiz, Nuestra Señora de las Nieves, Los Zagales, Estampas Burgalesas, Arbayal y Trébede); actuación de la Escuela Municipal de Dulzaina, Amigos de la Dulzaina, Grupo Escuela Dulzaineros de Capiscol, que también se encargaron del pasacalles a primera hora de la mañana.

Lo que no hubo en esta ocasión fue el vino español con el que la Unión Artesana invitaba a la Corporación Municipal en su sede, junto a la iglesia de San Lesmes, porque hace unos meses se trasladaron a Virgen del Manzano.

 

La resaca

La celebración de la festividad de San Lesmes durante el día de ayer no cierra el programa de actos ya que aún quedan ciertos eventos destacables.

El más inmediato es el del jueves en el Teatro Principal, en el que  la Orquesta Sinfónica Nacional de Dinamarca rinde homenaje al que fue su director, Rafael Frühbeck de Burgos, con una actuación del Quinteto de Metales (a las 20:30 h., con invitaciones que hay que recoger en las taquillas del teatro).

Al día siguiente se entregarán los premios de todos los concursos celebrados por la Agrupación de Peñas y Sociedades de San Lesmes. Y el domingo se celebra el XXXVIII Cross de San Lesmes. IMemorial Bienvenido Nieto;la misa de acción de gracias, y el acto de entrega del Báculo de Oro.