Los Colegios Rurales Agrupados (CRA)Diego Marín, de Peñaranda de Duero, y Siglo XXI, de Sotillo de la Ribera, han sido seleccionados por la Dirección Provincial de Educación para, a lo largo de este curso escolar, comenzar a aplicar con carácter pionero en el entorno rural el uso de las ‘tablets’ en el aula.
El director del centro peñarandino, Efrén Santos, explica que se han aventurado en este proyecto para explorar las enormes posibilidades educativas que se abren a través de esta herramienta como alternativa a lo que sigue siendo el ABC en el aula -libro, guía docente y exámenes-, que a su juicio va muchos pasos por detrás de su modo de enseñar y aprender.
«La educación que estamos viviendo en nuestro país dista mucho de lo que en nuestra opinión debería ser un proceso de autodescubrimiento, autoconocimiento y autogestión, La educación que vemos, y hemos sufrido, es más un proceso de autoaburrimiento y autoanulación, tanto a nivel de contenidos como de formas de pensar», argumenta, incidiendo en que con el sistema actual «no interesa el alumno que más inventa, sino el que más conoce sobre lo ya inventado; no triunfa el estudiante que más aprende, sino el que más recuerda; ni interesa el que más pregunta, sino el que más responde».
Desde el centro entienden que una causa que agranda estos problemas son los libros de texto, «una pesada carga que se lleva por el camino la curiosidad, la creatividad y las ganas de descubrir». Por ello hacen hincapié en que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) abren un nuevo horizonte pedagógico «que tenemos que afrontar desde las administraciones hasta los centros educativos y los alumnos».
En el caso del colegio peñarandino, su designación ha venido determinada porque se incorporaron al Programa Red XXI, enfocado a la integración normalizada de las TIC en el ámbito educativo, ya en el año 2009 siendo centro piloto en el uso de mini pcs. Además fue la primera escuela del entorno que dio el paso de quitar el libro en Primaria en el año 2010 (solo se mantienen en Baños y Caleruega) y porque el número de alumnos no es elevado, ya que son solo 15 estudiantes de 5º y 6º de Primaria, a lo que se suma la implicación del equipo docente.
Efrén Santos asegura que el proyecto experimental para trabajar con las tabletas en el aula y en casa está resultando un éxito. En gran medida porque la adaptación de los alumnos no ha tenido ningún problema ya que ya estaban acostumbrados a los miniportátiles». DB lo pudo comprobar en medio de una clase sobre ángulos en la que los chavales resolvían con resolución y rapidez las cuestiones planteadas, moviéndose incluso por la clase para tomar fotografías.
Entre sus prestaciones más interesantes destaca que permite un uso personal en cualquier lugar al asignar un equipo por alumno, la interactividad, la autonomía (entre 4 y 10 horas de batería), la portabilidad, es un soporte digital multimedia ya que dispone de micrófono y webcam, permite acceder a todo tipo de información de investigación y actualidad, dispone de distintos programas de edición para un aprendizaje basado en estrategias constructivistas y facilita un acceso a internet vía wifi.
MODELO AVANZADO. Frente a la opción de usar las tabletas como simples sustitutivos de los libros de texto, y que los alumnos sigan realizando los trabajos en su cuaderno de papel, dado que el centro dispone de una conexión a internet digna, desde el colegio peñarandino se apuesta por utilizar la información de internet en proyectos de investigación y tareas on line. Un modelo más evolucionado que posibilita que los niños trabajen en el diseño y creación de documentos de texto, presentaciones, hojas de cálculo, imágenes, audios, mapas conceptuales, grabación y edición de vídeos, trabajos colaborativos, juegos interactivos o en la realización de actividades a través del aula virtual, un portal de comunicación e intercambio de documentos con alumnado y familias. «A mí por ejemplo me mandan la tarea al móvil», explica Santos.
Los profesores cargan los programas en las tablets, que disponen de ‘cerradura’ para impedir ciertos accesos. Y de cara a su utilización en casa recomienzan que se dedique exclusivamente al uso educativo y no más de una hora al día para evitar posibles adicciones.