Las obras de la red de biomasa de Villalonquéjar arrancarán en 2016

J.M. / Burgos
-

El número de empresas interesadas se reduce de 18 a 8, por lo que, de momento, solo se harán 2 de las 4 fases (8,3 kilómetros de tuberías). El presupuesto se queda en 2,5 millones

Llegaron a ser 18 las empresas, algunas de ellas «de las grandes», que el pasado mes de marzo mostraron interés por sumarse a la red soterrada de calor con biomasa que se quiere instalar en el polígono industrial de Villalonquéjar, pero ahora su número se ha reducido hasta 8. Esa pérdida de interés, sin embargo, no ha quitado argumentos a la dirección general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Castilla y León para seguir adelante con un proyecto que, eso sí, será menos ambicioso de lo que se planteó en un principio. Por de pronto, se destinarán 2,5 millones de euros en lugar de los 5 que se preveían en un principio. Y de las cuatro fases en las que ha planificado el desarrollo de esta actuación, de momento está garantizado que se ejecutarán dos.

Sin cerrar las puertas a que el proyecto siga creciendo, en la Administración regional aseguran que las dos últimas fases «se llevarán a cabo en función de las empresas que finalmente decidan conectarse a la red». Se entiende que con la energía que genera la actual planta de biomasa de L’Oréal, y de cuya explotación se encarga Biocen S.A., es suficiente para abastecer a los negocios que han mostrado interés. De ahí que se descarte también instalar una segunda caldera. Algo que parecía complicado, pero que no se descartaba cuando el proyecto comenzaba a dar sus primeros pasos.

Tras iniciarse en abril los proyectos básicos para cada una de las empresas interesadas y otro global para el conjunto de la intervención, en los próximos meses será  la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), el que, como promotor, sacará a licitación las obras. La previsión es que el inicio de las fases 1 y 2 se produzca «a principios de 2016».

Desde la sala de producción de calor anexa a la factoría de L’Oréal partirán dos circuitos que discurrirán paralelos a la calle Merindad de Ubierna hasta llegar a López Bravo, donde se bifurcarán para recorrer longitudinalmente ambas direcciones de la principal arteria del polígono industrial de Villalonquéjar.

El primero de los circuitos de la red de tuberías tendrá una longitud de 4.000 metros (contando tanto la ida como el retorno) y partirá desde la calle Merindad de Ubierna hasta Merindad de Valdivielso. El segundo de los ramales irá desde la calle Merindad de Ubierna hasta la avenida de Villalonquéjar y se prolongará otros 4.350 metros. Es decir, en estas dos fases habrá algo más de 8 kilómetros de tuberías.

La tercera fase contempla prolongar el circuito 1 hasta la calle Valle de Mena (2.600 metros) y la cuarta llevarlo hasta la carretera de Quintanadueñas (1.550).

Desde la Junta aseguran que las subestaciones de intercambio térmico a instalar en cada fábrica que se conecte «correrán a cargo de la empresa explotadora» (Biocén) y que ya «las remodelaciones interiores» que tenga que hacer cada una de ellas, «si fueran necesarias, serán por su cuenta». Eso sí, aseguran que «se amortizarán rápidamente con los ahorros generados».

Se calcula, que en la factura ahorrarán «entre el 5% y el 10%» respecto a lo que pagan ahora. Finalmente, la red será de calefacción al haberse descartado la distribución centralizada de frío.